

Aldara, como es lógico, ha tenido que superar unas pruebas de acceso muy complicadas. «Ha sido un proceso duro, lleno de dudas. Gracias a que muchas personas confiaron en mí, me animé a aplicar. Cuando me aceptaron, no me lo creía. El síndrome de impostora me carcomía», ha afirmado. Pero su trayectoria anterior la avalaba. Porque no es solo que ya tenga un máster, sino que en los últimos tiempos ha estado en Brasil.
Establecida en Río de Janeiro, la hermana más desconocida de Tamara Falcó ha trabajado como asesora didáctica en diferentes escuelas públicas, orientando hacia la mayor eficiencia la labor de multitud de docentes locales. Porque entre sus facultades está el hecho de ser políglota: habla, además del castellano, catalán, francés, portugués, inglés, italiano y alemán.
Y además ha compaginado su trabajo en Sudamérica con su vinculación con Teach for All, un organismo que busca que «todos los niños del mundo tengan la educación, el apoyo y la oportunidad de forjar un futuro mejor», según su página web, en la que también se explica qué es el liderazgo colectivo o los países donde se trabaja, en especial aquellos donde la educación todavía es precaria.
Un expediente brillante
Aldara ha sido una alumna aventajada siempre. De hecho, la Comunidad de Madrid, por sus excelentes notas en la educación secundaria en el colegio privado Nuestra Señora de las Maravillas (La Salle Maravillas de Madrid), le concedió una mención honorífica. Antes, mientras estaba en el colegio Virgen de la Encina, realizó un par de años académicos en la École des Roches, en Francia, y en la All Hallows School, en Inglaterra.
Asimismo, ha realizado un par de voluntariados y se graduó de Filosofía y Matemáticas por la Universidad de Viena —también había hecho un año académico en la School of Vienna—, aprovechándose del programa Erasmus para también estudiar en España y en Francia. Además, realizó un máster formativo para ser profesora en la UNED, por lo que consiguió su primer trabajo, impartiendo la asignatura de matemáticas en el Centro de Formación Padre Piquer de la capital española.
Aldara ha acabado su publicación bilingüe en LinkedIn con un mensaje en el que, sin lugar a dudas, ha querido dejar claro que lo obtenido es a base de su esfuerzo. «Celebro que este máster no es solo por mí: es por todas las personas en las que no confían, las que quizás ni siquiera tienen familia. Por un mundo en el que la cigüeña no decida tu suerte. En el que podamos elegir. Porque, como se le atribuye a Don Quijote, ‘cambiar el mundo, amigo Sancho, que no es locura ni utopía, sino justicia», ha escrito, antes de darle las gracias a su padre («por enseñarme esa frase»), a su madre, por enseñarle «a dar sin esperar nada a cambio», a su abuela por su ejemplo y al resto de su familia y quienes la rodean. «Soy una combinación lineal de todas vosotras. Vosotras sois mi base, mi sentido y mi dirección», ha finalizado.