De la lesbofobia de Meloni al recorte de las leyes trans y LGTBI+ de Ayuso: las amenazas al colectivo en Europa
“Sí a la familia natural, no a los lobbies LGBT”. Es una de las frases más polémicas de la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. La líder ultra la pronunció en un acto de campaña de Vox en Marbella en 2022. Meloni sabe que España es uno de los países más avanzados en la protección del colectivo LGTBI+ en Europa y sus palabras no son casuales. Tanto la extrema derecha como un movimiento reaccionario mundial, que afecta de manera transversal a líderes de diverso color político, apuntan contra estos derechos. Incluso en países donde parecían estar avanzando.
El odio de Meloni se refleja en sus políticas. Las autoridades han prohibido la inscripción de la segunda madre de niños nacidos en Italia a través de reproducción asistida, es decir, la filiación de las madres lesbianas. El resultado ha sido que los nombres de las madres no gestantes se han borrado de los certificados de nacimiento.
En Italia tampoco es legal el matrimonio igualitario y solo están permitidas las uniones civiles que están reconocidas desde 2016, pero no confieren los mismos derechos. Además, si eres una persona trans existen barreras significativas para el reconocimiento legal de género, incluyendo requisitos médicos estrictos.
Retrocesos en países occidentales
Es una grave regresión que no solo afecta a Italia, sino también a otros países occidentales. En ellos, el discurso anti-LGTBI no es exclusivo de la extrema derecha y también se observa en políticos liberales y de centro. Según Curro Peña, investigador, jurista y autor del informe Laws On Us de ILGA World -organización referente en derechos LGTBI+-, hay que salir del marco de que los países del Este son los que más retrocesos han consolidado en los últimos años y, del mismo modo, que es la extrema derecha la única que lidera la regresión.
Hay que salir del marco de que los países del Este son los que más retrocesos han consolidado en los últimos años
Actualmente hay un riesgo importante en retrocesos en países en donde ya se había asentado cierto avance. Algunos son Reino Unido, Francia, España o, el ya comentado, Italia. En los tres primeros no gobierna la extrema derecha.
Por ejemplo, Reino Unido y Francia tienen líderes que se oponen a los derechos trans. Emmanuel Macron ha adoptado un discurso transexcluyente, y tanto los conservadores de Rishi Sunak como la oposición laborista en Reino Unido comparten esta postura. El Gobierno británico bloqueó recientemente la ley trans escocesa invocando por primera vez su derecho de veto. Todo esto en dos países que, sin embargo, sí mostraban una protección relativamente robusta de los derechos LGTBI+.
Además, Reino Unido y Francia, pero también Croacia o Eslovaquia, están intentando reescribir normas para limitar el acceso a la atención médica específica para las personas trans.
El RainbowMap de ILGA clasifica a 49 países europeos según sus desarrollos legislativos en materia LGTBI+. Por un lado, el análisis de ILGA señala cómo los líderes ultraderechistas en Europa instrumentalizan al colectivo para movilizar y dividir al electorado. Por otro, también recalca los avances dados en países como Grecia, Alemania, Islandia, Estonia y Liechtenstein.
El Madrid de Ayuso y el desarrollo de la ley trans estatal
La aprobación de las leyes trans y LGTBI estatales sitúan a España entre los países más avanzados en derechos del colectivo en Europa. También la aprobación reciente de leyes trans autonómicas como la de Euskadi. Sin embargo, el informe Laws On Us, señalaba los recortes en la Comunidad de Madrid como ejemplo del movimiento reaccionario mundial. España no es inmune al retroceso.
Los recortes en derechos LGTBI+ del Gobierno de Ayuso, ejemplo del movimiento reaccionario global
“Los recortes en la Comunidad de Madrid son una primera señal de que ya no contamos con el apoyo generalizado de instituciones, medios y partidos”, apunta Curro Peña. Para el investigador, el retroceso ha sido “barato” en términos electorales, lo que podría llevar a otras comunidades a implementar políticas regresivas. “Como ya vemos en las peleas por colgar las banderas arcoíris”, señala.
Pero la falta de consagración de las políticas LGTBI+ en España no solo atañe a la derecha política. “Hemos visto cómo el PSOE no ha tenido problemas en renunciar a los derechos de las personas trans. Este jueves, el día antes del Orgullo, la ministra de Igualdad ha apoyado a una persona que usa su altavoz para atacar a las personas trans. El consenso de la izquierda sobre los derechos LGTBI+ está roto. El apoyo al colectivo se utiliza como arma contra la derecha pero se nos deja de lado cuando la LGTBIfobia surge dentro del propio bando“, explica el experto.
Polonia tras el paso de la extrema derecha
Europa del Este parte de un punto mucho más atrasado pero aún así se han dado algunos avances. Rusia sigue ejerciendo influencia con su postura antigénero y su fuerte defensa de la familia tradicional. No hay que olvidar que Vladímir Putin ha señalado al “movimiento LGBTI internacional” como una “organización extremista”. Sin embargo, su influencia ha disminuido en ciertos países vecinos. Por ejemplo Polonia, que ha dado pasos hacia la protección de los derechos LGTBI+.
“Rusia influye con su política antigénero en muchos países, también en movimientos antitrans en España y EEUU”, explica Curro Peña
“Rusia influye con su política antigénero y antifeminista en muchos países, no solo en Europa del Este, sino también en movimientos antitrans en España y Estados Unidos. Pero también provoca una reacción contraria en países como Ucrania, los países bálticos y entre los sectores liberales de la política polaca, que buscan distanciarse y avanzar en derechos LGTBI+”, explica Peña.
Tras la derrota electoral de la extrema derecha, el nuevo gobierno polaco ha hecho de los derechos LGTBI+ una de sus banderas, revirtiendo políticas de los últimos ocho años. Se han eliminado prácticamente las “zonas libres de personas LGTBI+” y se han introducido normativas antidiscriminación y contra el odio hacia el colectivo. Según Peña, esto representa una resistencia esperanzadora que podría influir positivamente en otros países de la región. Además, se está debatiendo el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo.
En este sentido, se han dado avances significativos en varios países de la UE que han aprobado el matrimonio igualitario recientemente. Entre ellos, Eslovenia, Estonia y Grecia. “Tenemos una UE en la que la mayoría de los estados miembros han aprobado el matrimonio igualitario. Y ha habido intentos de aprobarlo en otros países como República Checa”, explica el experto.
Hungría con Orbán, a la cola en derechos LGTBI+
En contraste, está Hungría, claramente lgtbifóbica y en alienación decidida con Rusia. “La situación se ha ido deteriorando con el Gobierno de Viktor Orbán que presenta a las personas LGTBI+ como una amenaza. Muestra un claro alineamiento con Rusia en el ámbito político, económico y militar, y especialmente en el contexto de la guerra de Ucrania, a pesar de que es un país que forma parte de la Unión Europea”, explica Peña.
La persecución al colectivo en Hungría ha legitimado los ataques de odio en las calles
Hungría ha adoptado leyes que prohíben la promoción de la homosexualidad y el cambio de género entre menores, además de limitar la representación de la comunidad LGTBI+ en medios de comunicación y la educación. “Esto ha generado una situación de autocensura de las personas queer y ha legitimado los ataques en las calles”, asegura el investigador de ILGA.
La influencia anti-LGTBI+ y los países de adhesión
La mayoría de los países de adhesión a la UE (Albania, Bosnia y Herzegovina, Kosovo, Moldavia, Montenegro, Macedonia del Norte o Serbia) están rezagados en sus compromisos o han estancado su legislación LGTBI+.
El Parlamento georgiano acaba de aprobar una norma anti-LGTBI que prohíbe las cirugías de cambio de sexo y la autodeterminación de género
Destacan los retrocesos en Georgia, un país donde gobierna el partido Sueño Georgiano, una formación socialdemócrata y profundamente anti-LGTB. Este jueves, el Parlamento georgiano ha votado a favor de una ley propuesta por el gobierno, bajo el pretexto de proteger “los valores familiares”. La norma incluye la prohibición de cirugías de cambio de sexo y cambios de género en documentos de identidad.
Además, restringirá la difusión de lo que considera “propaganda LGBT” en escuelas, medios de comunicación y eventos públicos que apoyen el matrimonio homosexual. Una política inspirada en el manual anti-LGTBI ruso.