El Museu Tàpies invita a recorrer y ‘habitar’ la obra del artista barcelonés en una gran retrospectiva
“La exposición plantea un recorrido biográfico, aunque no en sentido literal -explica el comisario de la muestra, Manuel Borja-Villel, que fue director de la Fundació Antoni Tàpies entre 1990 y 1998-. El artista reflexiona constantemente sobre cuál es su papel en el mundo y qué relación tiene con su obra, y la evolución de ese pensamiento es la que va definiendo los distintos espacios que forman la exposición”. En esta presentación, apunta Borja-Villel, tiene gran importancia la idea de “ambiente”, un concepto desarrollado en los años 70 por el crítico italiano Enrico Crispolti y que Tàpies hizo suyo y que alude a un entorno en continua transformación en el que el espectador se ve invitado no solo a contemplar la obra sino a “habitarla”.
Con los años, las obras de Tàpies crecen en formato y también en intención política. En 1970, en plena dictadura, el artista presenta ‘Pila de plats’, un homenaje a los monjes que colaboraron con los intelectuales antifranquistas y catalanistas que participaron en la Caputxinada de 1966 (entre ellos, él mismo), y solo un año después realiza ‘L’esperit català’, una gran obra presidida por las cuatro barras de la ‘senyera’ y que incluye, en forma de inscripciones en una pared, mensajes tan directos como “Sobirania popular” o “Dret al tiranicidi”.
Introspección y melancolía
La producción de las últimas décadas, desplegada en la última planta del museo, se hace más introspectiva y melancólica y, sin dejar de prestar atención a lo que ocurre en el exterior (la guerra de los Balcanes impactó profundamente a Tàpies), abunda en reflexiones sobre el deterioro del cuerpo, la enfermedad, el dolor y la muerte.
“Esta exposición retrospectiva nos tiene que permitir marcar más un principio de recorrido que un final”, asegura Imma Prieto, directora del Museu Tàpies, que considera que la conmemoración del centenario del artista barcelonés es, ante todo, “una oportunidad para hacer una relectura y un análisis sobre el lugar que Tàpies ocupa y ha ocupado en nuestra historiografía”. Con ese mismo propósito se desarrollará en los próximos meses un ambicioso programa de actividades, entre las que destacan el estreno, en noviembre, de un documental dirigido por Albert Serra y la celebración, ese mismo mes, de un simposio internacional en torno al legado tapiano.