Macron arrebata a la izquierda la presidencia de la Asamblea Nacional
Tensiones entre la izquierda y los macronistas
A tenor de estas votaciones, las principales figuras de la izquierda francesa han acusado a los macronistas de tejer “alianzas” tanto con los partidos de derecha como con la extrema derecha de Marine Le Pen para lograr que Braun-Pivet tenga los apoyos necesarios para revalidar su mandato al frente de la Asamblea.
El Partido Socialista, La Francia Insumisa, el Partido Comunista y los ‘verdes’, principales integrantes del Nuevo Frente Popular, alcanzaron este miércoles un acuerdo para presentar al comunista André Chassaigne como candidato de unidad para la presidencia de la Asamblea. Pese a ello, las negociaciones para alcanzar un consenso y presentar un aspirante a primer ministro siguen estancadas.
Cabe destacar que la votación para elegir al presidente de la Asamblea Nacional es un proceso clave del sistema político francés. Está dividido en dos rondas, y para que un candidato sea elegido en alguna de las dos primeras sesiones, debe obtener una mayoría absoluta de votos. Si no ocurre, se celebra una tercera vuelta en la que sirve la mayoría simple, que es de la que se ha valido Braun-Pivet para volver a ser elegida al cargo que ya ostentaba desde el año 2022.
El Presidente de la Asamblea Nacional es la cuarta máxima autoridad del Estado en Francia y tiene una función principal: dirigir los debates en la Cámara; y una responsabilidad: nombrar a tres miembros del Consejo Constitucional, un miembro del Consejo Superior de la Magistratura y tres miembros del Consejo Superior Audiovisual.
Tras estos apretados resultados, Braun-Pivet revalida su mandato y volverá a estar al frente de la Cámara durante otros cuatro años. Después de las legislativas de 2022, Braun-Pivet dimitió del Gobierno cuando se desempeñaba como ministra de Territorios de Ultramar, precisamente para ser la candidata del partido presidencial de la Asamblea y haciéndolo en contra de la opinión del propio Macron. Fue elegida en segunda vuelta con 242 votos, y su actividad como presidenta ha estado marcada por varias disputas con diputados izquierdistas, a los que ha impuesto numerosas sanciones por desplegar banderas en apoyo al pueblo palestino.