La autora que descubrió que su casa fue el refugio antinazi de las hermanas que enterraron a Ana Frank
Roxane Van Iperen
Traducción: Jahel Merediz
Editorial: Planeta
Año de publicación original: 2024
A pesar de los incontables libros publicados sobre el Holocausto nazi, aún quedan historias que contar. Una de ellas es la de dos hermanas holandesas que entre 1943 y 1944 salvaron la vida de decenas de judíos.
La escritora neerlandesa Roxane Van Iperen llegó por casualidad a la biografía de Lien y Janny Brilleslijper. En 2012 se mudó junto a su familia a una casa ubicada en un bosque cerca de Ámsterdam. Según avanzaban las reformas empezaron a encontrar extrañas partituras y panfletos escondidos en trampillas y lugares secretos. Así que se puso a indagar: quería conocer la historia de la casa y, sobre todo, de las personas que la habían habitado.
Luchando desde las sombras
De su investigación, que duró seis años, es fruto la novela Las hermanas de Auschwitz. En ella se cuenta cómo Lien y Janny se jugaron la vida durante la ocupación nazi de los Países Bajos escondiendo a decenas de personas en esa casa, en ese hogar en el bosque. Allí las ayudaron a sobrevivir.
Lien y Janny se jugaron la vida ocultando a decenas de judíos en su casa
Dos hermanas que, hasta ahora, no habían sido incluidas entre esos héroes anónimos que ha dado la historia de la Segunda Guerra Mundial por un motivo muy simple: no encajaban en el perfil que se dibujó de los héroes de la resistencia. Porque las Brilleslijper no eran hombres y no habían combatido en el campo de batalla.
Fueron todo lo contrario. Mujeres y judías, pero combatiendo a su manera y no mirando a otro lado jugándose su propia vida. De hecho, fueron descubiertas y eso les costó todo, porque las deportaron a un campo de concentración.
Una historia que está arrasando
Las hermanas de Auschwitz es una historia real novelada que se ha convertido en todo un superventas en Países Bajos, Reino Unido, Alemania y Estados Unidos. Gracias a esta obra, ochenta años después, la historia otorga a las hermanas Brilleslijper el lugar que se merecen. El que se ganaron a pulso con su valentía.
Las hermanas Brilleslijper fueron las últimas personas que vieron con vida a Ana Frank y a su hermana
Después de haber llamado vuestra atención tengo que ser honesta. Por ellas. Tengo que reconocer que no son dos personas totalmente desconocidas para la historia. Hasta ahora se había hablado de ellas para contar que fueron las últimas personas que vieron con vida a Ana Frank y a su hermana Margot. Coincidieron con ellas en el campo de tránsito de Westerbork. Allí, las Brilleslijper, unos diez años mayores que las Frank, se ocuparon de ellas.
La noche del 4 al 5 de septiembre de 1944, las cuatro fueron deportadas a Bergen-Belsen, el campo de los hornos crematorios. Las adolescentes morirían al poco de llegar, y fueron Lien y Janny las que, con sus propias manos, rescataron los cuerpos de Margot y de Ana de las montañas de cadáveres, las taparon y las enterraron en una fosa común. Después, cuando a los pocos días el campo fue liberado por las fuerzas aliadas, las Brilleslijper comunicaron al padre de las Frank que sus hijas habían muerto.
Dos vidas puestas en valor
Primero con su investigación y después con su libro, Van Iperen ha conseguido reivindicar la biografía de estas dos hermanas que tardaron años en recuperarse de todo lo que vieron y vivieron, intentando rehacer sus vidas. Lien, cantante, llegó a dar conciertos por todo el mundo. Janny permaneció en Ámsterdam y pasó toda su vida luchando contra el antisemitismo.
Desde la publicación de Las hermanas de Auschwitz su historia es una de las que se cuenta cuando se habla de la resistencia neerlandesa. Ahora su vida es objeto de un continuo homenaje. Tanto es así que los aledaños de la casa donde vivieron las hermanas (os recuerdo que hoy es la casa de la autora) se ha llenado de lectores que buscan encontrar entre sus muros un poco más de la emocionante historia de Lien y Janny.