La obra del tercer carril de la ‘Y’ avanza con la reforma de los enlaces
El secretario general del ministerio inspecciona el trabajo del turno de noche y verifica que empiezan a ponerse las barreras exteriores
Las obras para ensanchar la ‘Y’ con un carril adicional entre Oviedo y Lugones y reformar los enlaces del tramo avanzan, también en horario nocturno. Lo verificó el secretario general del Ministerio de Transportes, Francisco Javier Flores, quien visitó los tajos en la noche del jueves. Tras el saneo del terreno y el montaje de la armadura,
en mayo comenzó la etapa centrada en extender el hormigón por el exterior; ahora, con esa parte resuelta en el tronco de la calzada, los operarios de Lantania y ASCH empiezan a atacar la reforma de los enlaces.
Mireya Muñoz, la nueva ingeniera-jefa de la Demarcación de Carreteras en Asturias, detalló al ‘número 3’ del ministerio los pormenores de la actuación. Cabe recordar que la ‘Y’ lleva 46 años en servicio y se diseñó bajo los parámetros que entonces se consideraban óptimos en cuanto a pendientes, curvas y enlaces. La normativa técnica posterior fue variando y hoy se considera que las entradas y salidas en este tramo son demasiado cerradas, forzando a los conductores a acelerar y decelerar en espacios muy cortos. Para ganar en seguridad la obra reforma esas conexiones y dejará además lo que se conoce como un carril de trenzado y que facilita la circulación de entrada y salida.
La visita, a la que también asistió la delegada del Gobierno, Delia Losa, y el viceconsejero de Movilidad del Principado, Jorge García, sirvió también para mostrar que ha comenzado la fabricación de las barreras de tipo ‘New Jersey’ que protegerán el exterior de la calzada ampliada. Estas piezas de hormigón son las que también sustituirán al terreno que ahora hace de mediana. En los márgenes de las calzadas los operarios han empezado también a ejecutar las cimentaciones que permitirán levantar pantallas contra el ruido para reducir el bullicio que ahora llega hasta las viviendas más próximas.
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Los trabajos avanzan así con vistas a este otoño, cuando comenzará una nueva fase de las obras. El tráfico será desviado al exterior de las calzadas, de forma que los vehículos aprovechen el firme ahora ejecutado. El objetivo es ampliar el espacio disponible en la mediana, por donde continuarán los operarios. Deberán sanear ese terreno, retirando los lodos y materiales inestables hasta consolidar una subbase sobre la que volver a fabricar el firme de hormigón. La última capa superficial consiste en un aglomerado que mitigará también el ruido del tráfico.
La previsión con la que se trabaja es la de terminar las obras en otoño de 2023, dejando un tramo donde la velocidad máxima permitida quedaría en los 100 kilómetros por hora. Desde el ministerio se viene insistiendo en que el ritmo de avance lo está determinando la necesidad de compatibilizar los trabajos con tener el tramo abierto al tráfico.
