Fernando Trueba: ‘Me aterraba escribir comedia, con todo lo que está pasando’
Dice Fernando Trueba (Madrid, 1955) que, después de dos películas con tanta carga histórica, política y sentimental como ‘El olvido que seremos’ y ‘Dispararon al pianista’, le apetecía hacer “un ejercicio de cine puro”. El resultado es ‘Isla perdida’, un filme de suspense rodado en inglés en el que las sombras del pasado van oscureciendo una relación romántica (la que mantienen Aida Folch y Matt Dillon) en un entorno aparentemente idílico.
El título original de la película, ‘Haunted heart’, está tomado de una canción de un musical de los años 40 que evoca una atmósfera fantasmal y obsesiva. En España se estrena como ‘Isla perdida’, que suena algo menos sugerente, ¿no?
Sí, me apretaron para que hubiera un título en español, le dimos muchas vueltas y al final optamos por este. Pero para mí el título es ‘Haunted heart’. De hecho, he tenido problemas varias veces con los títulos y hasta ahora siempre había mantenido el mío. Me pasó ya con ‘Ópera prima’, que me acuerdo que me dijeron: “Tienes que cambiarlo porque a la gente no le gusta la ópera” [risas]. Y también tuve que pelearme por ‘Belle Époque’ y por ‘Two much’. Una pesadez.
En cierto sentido, la película es, en sí misma, una isla, porque parece muy desconectada del cine que triunfa en las salas y las plataformas y también del que se proyecta hoy en día en los festivales.
Sí, supongo que es una película de enfoque muy clásico… Está un poco fuera de ese tipo de movimientos, de lo que se lleva. En la medida de lo posible, uno intenta mantener la libertad y la independencia, ¿no? Para mí, es una película muy de cine, en el sentido más clásico de la palabra.
Es una película de suspense con anclaje romántico, y eso inevitablemente hace pensar en Hitchcock. Pero que aparezca mencionado tantas veces Hitchcock en las entrevistas de promoción, ¿no acaba siendo una carga muy pesada?
Hombre, tampoco hay que comparar. Hitchcock es uno de los maestros más grandes del cine, con un montón de obras maestras como pocos directores tienen y también con películas regulares, como todo el mundo. Aquí sirve de referencia porque quizá nunca ha habido un autor tan identificado con un género. Ni siquiera John Ford con el wéstern, porque Ford hizo otras cosas. Pero Hitchcock, si quitas la comedia ‘Matrimonio original’, se movió en ese territorio del suspense toda su vida. Más que una comparación, lo veo como una referencia, una manera de saber de qué hablamos.
Una decisión que tiene mucho de ‘hitchcockiana’ es la de hacer que la acción gire en torno al pasado de un personaje (el que interpreta Matt Dillon) y llegar al final de la película sin haber explicado casi nada sobre ese pasado.
Así es. Me gusta que la gente tenga que hacerse en la cabeza su propia idea del monstruo. Por eso me parece maravilloso el primer ‘Alien’, porque casi todo sucede dentro de la cabeza del espectador.
“Me gusta que el espectador tenga que hacerse en la cabeza su propia idea del monstruo”
¿Cómo llegó Matt Dillon a la película?
Yo necesitaba un actor más cerca de los 60 años que de los 50 y quería que fuera alguien atractivo, con un punto de galán romántico, pero que también pudiera dar miedo en un momento determinado. Me hice una lista con todos los actores que tenían la edad que andaba buscando para ver quiénes me daban esa ambivalencia que requería el personaje, y él resultaba perfecto. Además, ya lo conocía y nos habíamos entendido bien, habíamos hablado de música y tal, así que le envié el guion y aceptó enseguida.
¿Comparten gustos musicales?
Sí, bueno, hasta cierto punto. La gente igual no lo sabe, pero Matt Dillon es un superexperto en música tradicional popular cubana. Le preguntas “¿quién tocaba con Arsenio Rodríguez en el disco aquel del año 43?”, y lo sabe. Flipas con él. Dirigió un documental sobre El Gran Fellove, que se presentó en San Sebastián. Yo no controlo tanto ese género. Al haber hecho ‘Calle 54’ y por mis trabajos con Bebo Valdés, la gente piensa que yo soy un experto en música cubana, pero no es así. A mí lo que de verdad me gusta es el jazz. Mis ídolos son Bill Evans, Phil Woods…