‘Bitelchús Bitelchús’: Tim Burton viaja al centro de sí mismo en Venecia
Muy probablemente, ‘Bitelchús’ (1989) es la película más importante de Tim Burton, y no solo porque el éxito que obtuvo con ella le permitió convertirse en director de ‘Batman’ (1989) y, por consiguiente, consagrarse como cineasta. Tan solo el segundo largometraje de su carrera, con él empezó a configurar el imaginario personal que lo dio a conocer, inspirado en el terror gótico, el expresionismo alemán, los cuentos infantiles, el surrealismo y el ‘cartoon’, entre varias otras fuentes; con ‘Eduardo Manostijeras’ (1990) lo amplió, en ‘Pesadilla antes de navidad’ (1993) lo sublimó y desde entonces, en su cine posterior, se ha seguido nutriendo de él con resultados desiguales.
Dicho de otro modo, si hoy Tim Burton es una marca, el significante de un ideario artístico que trasciende el mundo del cine para situarse en el de la cultura pop y que por tanto es reconocible incluso para quienes no han visto sus películas, es gracias a ‘Bitelchús’; y por tanto tiene sentido que haya buscado inspiración en ella 36 años después de estrenarla, en un momento en el que, confiesa él mismo, necesitaba renovar su energía creativa.