Escrivá liderará un Banco de España al que se enfrentó siendo ministro: lo acusó de “falta de sofisticación” en su análisis de las pensiones
En una rueda de prensa de mayo de ese año, Escrivá acusó al servicio de estudios del banco central de “falta sofisticación en el análisis”. “No hay nada nuevo. No hay ningún cálculo científico del impacto que podría tener la reforma que hemos aprobado, que es lo que me interesaría a mí”, señaló entonces.
“Lo que me interesaba sobre todo era si había algún análisis sobre sostenibilidad o evaluación de las distintas medidas que hemos tomado ya o las que están por tomar y no han hecho ninguna”, añadió. “Falta sofisticación en ese análisis del Banco de España porque está claramente demostrado que las reglas automáticas per se tienden a fallar”, sostuvo, refiriéndose al antiguo mecanismo que limitaba la revalorización de las pensiones en función del estado financiero del sistema y su cuantía a la esperanza de vida.
El todavía ministro tuvo algunos choques más con la institución en su periodo en el Consejo de Ministros. En noviembre de 2020, después de que el gobernador saliente, Pablo Hernández de Cos hiciera una dura intervención en el Congreso cuestionando la subida de las pensiones y los salarios públicos que acometió el Ejecutivo. “Cuando un gobernador va al Parlamento lo que nos interesa a todos más es saber qué opina de la política monetaria, saber qué va a hacer el BCE… porque son sus responsabilidades. Es lo que me hubiese interesado más oír”, expresó Escrivá en un desayuno informativo posterior.
Escrivá también se mostró crítico con las proyecciones de desempleo que presentó el supervisor bancario en 2020, que finalmente no se materializaron porque se subestimó el impacto de los ERTE. “Los pronósticos del Banco de España hablaban de una tasa de desempleo del 22%, pero terminamos con una del 16% y ese va a ser el nivel para este año también en 2021.
Críticas a la evaluación del impuesto a la banca
El futuro gobernador del Banco de España también se mostró duro con el BCE cuando este publicó su evaluación crítica sobre el impuesto especial a la banca que el Gobierno introdujo en 2022. “Me parece sorprendente. No es la primera vez que emite un informe de estas características. Lo deben tener de copia y pega de otros momentos, en contextos distintos”, se quejaba Escrivá en una entrevista concedida a RNE el 4 de noviembre.
Escrivá llegó incluso a cuestionar la respuesta del vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, cuando fue interrogado por el impuesto a las entidades financieras. De Guindos (exministro de Economía durante la etapa de Rajoy) reclamó que la tasa no afectara a los créditos, evitara endurecer las condiciones de financiación y que no perjudicase a la solvencia de los bancos.
“Lo que hemos oído más es la contestación de alguien que ha sido ministro de Economía del PP que de un vicepresidente del BCE. Un exministro de Economía que saltó sin solución de continuidad a la vicepresidencia del BCE”, comentó Escrivá en una entrevista concedida a la Cadena Ser el 21 de julio de ese año. Un salto muy parecido al que el actual ministro —cuya capacidad técnica para el cargo nadie discute— se dispone a ejecutar.