Flick, tras el parón, recibe un Barça esquelético para emprender el primer gran sprint del curso
Acabó el parón a lo grande el Barça de Flick: cuatro victoria en cuatro partidos, 12 puntos de 12, y también cuatro puntos sobre Madrid y Atlético. Ahora, tras esta interrupción por las selecciones, el técnico alemán tiene una plantilla esquelética -se sabía que era corta y descompensada, expuesta a que cualquier lesión de gravedad la dejara temblando- para iniciar el primer gran esfuerzo de la temporada: siete partidos en 21 días y solo dos se vivirán en Montjuïc.
A Flick no se le ha oído, de momento, ni una queja. Acata todo lo que tiene. Y se resigna por lo que no pudo tener. Ni un reproche en el exiguo mercado de fichajes (solo llegaron Dani Olmo y Pau Víctor) ni tampoco cuando va perdiendo jugadores en el camino en el momento en el que el calendario se va empinando, elevando la dificultad.
Ahora, cuando haga recuento, tras el primer parón del curso, solo tendrá a 15 del primer equipo en perfectas condiciones físicas, más allá del cansancio que hayan acumulado con sus respectivos países. 15 que podrían ser 14 si incluimos a Lewandowski, quien jugó con Polonia, pero pidió el cambio por si acaso para evitar que unas leves molestias acabaran siendo graves.
Olmo tocado; Pedri, sustituido; Lamine Yamal, cansado
Podían ser 16, pero el golpe recibido por Dani Olmo ante Serbia alertó de tal manera que hasta Luis de la Fuente, el seleccionador español, manejó los días posteriores con prudencia. Enfadado, eso sí, porque le hacen responsable de no dosificar a los jugadores cuando, en realidad, como el mismo técnico riojano dijo “es una víctima”.