El ‘Flickpressing’, motor de un Barça que vuela
Gegenpressing, heavy metal o simplemente primera presión, lo indiscutible es que Flick ha sabido afinar en poco tiempo una faceta del juego que todos los entrenadores de nivel tratan de aplicar. El mérito es hacerlo funcionar bien y de forma sostenida durante un partido. Hacen falta movimientos coordinados, una sincronización colectiva eficiente, y que los jugadores tengan interiorizado cómo posicionarse y cómo atacar. “Hemos mejorado mucho en la presión, ahora tenemos muy claro lo que quiere el míster”, dijo ayer Pedri, a quien se le intuyen recados a Xavi cada vez que habla. Ayer incluso se abrazó a Flick tras marcar su gol.
Le costó mucho al Girona maniobrar para encontrar una salida. Vivió una tortura. “No estuvimos cómodos con su primera presión”, admitió Míchel. El primer disparo del cuadro rojiblanco no llegó hasta el minuto 17, un disparo de Miguel Gutiérrez. Casi toda la primera parte se jugó en campo del cuadro local. Y no hubo la pronosticada batalla por la posesión porque el Barça la ganó desde el principio y no la perdió en ningún momento. En la primera parte dominó con un 62%. Al término de los 90 minutos quedó en el 55%. Y todo gracias a esa brillante coordinación de los jugadores barcelonistas, que dio el rédito del primer gol del delantero de 17 años. “Presiona muy bien. Todos lo hacen. Y esa combinación de presión y talento es fundamental para nosotros”, afirmó Flick.