Amanda Bynes, así se apaga una estrella: la actriz aparece irreconocible a sus 38 años
Fue en ese momento cuando sus padres, los mismos de quienes había intentado emanciparse a los 17 años, se hicieron cargo de su tutela legal al considerarla legalmente incapacitada, custodia que duró una década, en la que la actriz se mantuvo alejada, con algunas llamativas excepciones, del foco mediático y de las redes sociales.
La evolución no ha sido sencilla. Solo en los últimos cinco años se tatuó un corazón en la cara, estuvo comprometida y se separó dos años después. En 2022 recuperó su propia tutela al considerar el juez que “Bynes había demostrado competencia para manejar sus asuntos y su salud mental”, y solo un año después, en la primavera de 2023, la encontraron, en Los Ángeles, paseando desnuda y desorientada. Estuvo internada tres semanas en un psiquiátrico y, junto a otro interno, publicó un pódcast a finales del año: Amanda Bynes & Paul Sieminski: The Podcast.
Fue, precisamente, durante la publicación de este pódcast cuando sus seguidores empezaron a sentirse impresionados por el cambio físico de Bynes. En sus últimas imágenes aparece, además de con una expresión muy diferente, teñida de morena, lo que en conjunto hace que su imagen ya no tenga nada que ver con la de la adolescente televisiva.
Embarcada aún en proyectos de perfil bajo, como una colaboración con Austin Babbitt para incorporar unas ilustraciones de la ex actriz para una línea de ropa, Bynes se ha sincerado en sus redes sociales, donde recientemente ha explicado que la terapia la ha ayudado a entender las consecuencias de doce años de abusos. “Aprendí —decía en TikTok— que gané peso para protegerme de una atención que no quería, especialmente por parte de los hombres. Dios me susurró y dijo: todavía vives atada por el miedo, te mando que salgas de esa tumba y abraces la vida plena de libertad que quiero darte”