El gran ‘museo’ que España debia a todos los exiliados republicanos: el Gobierno hace memoria
Es una historia de horror, de angustia, de muerte, de derrota; pero tambien de luz, una cosecha gigantesca de arte y literatura, una lucha continua por la libertad. Dos Españas, la vencida y la que no era ni de unos ni de otros, fueron expulsadas de su patria, de su tierra, hace ochenta años. Pudieron regresar —los que seguian vivos— cuatro decadas mas tarde, en silencio, marcados todavia por el infierno de los campos de exterminio, por las travesias en barco hacia America, en busca de un nuevo comienzo. Pero hasta ahora, al exilio republicano no se le habia hecho un homenaje tan monumental como la exposicion que se acaba de inaugurar en La Arqueria de Nuevos Ministerios, en Madrid.
Se trata de un relato coral, con todos sus personajes y sus contribuciones. Un espacio para aprender y recordar, contra la desmemoria. Estan las miticas fotografias de Robert Capa sobre “la Retirada” del medio millon de personas que cruzo la frontera con Francia entre febrero y marzo de 1939, que dialogan con las que Francesc Boix capturo en Mauthausen: hacinamiento, hambre, condiciones insalubres… la esencia atroz del extermino auspiciado por los nazis; y se complementan con los objetos tan normales —una cuchara, una navaja, las gafas— pero tan valiosos de uno de los supervivientes españoles del campo, Eliseu Villalba Nebot.
Luego aparece un Antonio Machado convertido en lienzo y en escultura, simbolo principal de este triste exilio, de la muerte lejos de casa. Fallecio en Colliure a los pocos dias de llegar, como tambien murio en Francia Manuel Azaña. Le enterraron en noviembre de 1940 en el cementerio de Montauban, con el feretro cubierto por una bandera tricolor, perfilada con flecos dorados, que sigue reluciente, y expuesta ahora en una misma vitrina al lado de la mesa de trabajo sobre la que el presidente de la Republica, en Collonges-sous-salève, firmo su dimision.
Inauguracion de la exposicion sobre el exilio republicano
Son trocitos de historia que se entrelazan: objetos personales, publicaciones, carteles, archivos sonoros, fotografias, lienzos… En total, un conjunto de mas de 300 piezas y documentos historicos que forman una especie de museo definitivo del exilio republicano. Una muestra monumental, comisariada por Juan Manuel Bonet y promovida por el Gobierno —abierta hasta el proximo 31 de enero—, con la que se pretende “sacar de la fosa de la desmemoria”, en palabras de la ministra de Justicia Dolores Delgado, a todas aquellas personas que el resultado de la Guerra Civil arrojo lejos de España.
Pero 1939: Exilio republicano español tambien es una reivindicacion de la infinita produccion cultural que los intelectuales desarrollaron por todas las esquinas del mundo alla donde se desperdigaron: Francia, Mexico, Argentina, Gran Bretaña, la URSS… No se ha instalado el Guernica en el complejo del Ministerio de Fomento —aunque la exposicion si acoge una sucesion de fotografias de Jesus Gonzalez de la llegada del cuadro a Madrid en 1982, “el ultimo exiliado”—, pero esta presente Picasso con su serie de viñetas ridiculizando a Franco; tambien obras de otros pintores iconicos como Joan Miro o el desgarrado Ramon Gaya.
Fotografias de “la Retirada” tomadas por Robert Capa y Agusti Centelles.
Para esta ocasion unica, el escritor Andres Trapiello y Abelardo Linares, editor de Renacimiento, han abierto las puertas de sus bibliotecas privadas, llenas de tesoros, y cedido primeras ediciones de algunos de los mejores libros de la Guerra Civil, como La revolucion española vista por una republicana, de Clara Campoamor; La forja de un rebelde, de Arturo Barea —de quien tambien se pueden escuchar algunas de sus charlas en la seccion de America Latina del Servicio Mundial de la BBC, de cuando se exilio en Londres—; o el escalofriante A sangre y fuego de Manuel Chaves Nogales, que se mereceria un mayor espacio en esta muestra, pero que tambien refleja el formidable legado de los exiliados, una lista en la que figuran muchos mas nombres: Jorge Semprun, Max Aub, Maria Zambrano, Pablo Neruda, Rafael Alberti, Maria Teresa Leon…
La exposicion, inaugurada este miercoles por tres ministros —Dolores Delgado, Jose Luis Ábalos y Jose Girao—, recalca, asimismo, los logros de la Transicion; y lo hace con un pequeño panel de fotografias, de escenas anomalas, de resultado imposible despues de contemplar la caravana humana que huyo de España por tierra, mar y aire en 1939. Porque en 1977, Dolores Ibarruri, la Pasionaria, y Santiago Carrillo, los dos lideres del PCE, estaban sentados en el Congreso. Como diputados. Tambien es muy significativa para Bonet otra instantanea tomada en la embajada española en Mexico en 1978 en la que Juan Carlos I y la reina Sofia saludan a Dolores Rivas Chief, viuda de Azaña. Unas postales que hablan de reconciliacion, de democracia.
Bandera republicana con la que se cubrio el ataud de Azaña.
Caminos del exilio
Como complemento al espacio museistico-pictorico se añaden dos muestras de fotografias que ayudan a comprender el fenomeno de la huida y de sus consecuencias. La primera de ellas, titulada Caminos del exilio, reune un centenar de imagenes ineditas tomadas por el frances Philippe Gaussot y que descubrio su hijo Jean-Philippe al poco de su muerte, hace un par de años. En ellas se retratan la dureza de “la Retirada” y la llegada a los campos de concentracion de Argelès-sur-Mer o Saint-Cyprien, asi como escenas cotidianas en las colonias infantiles creadas por el Comite Nacional Catolico de Francia.
La segunda exposicion fotografica, La sangre no es agua, presenta el trabajo realizado por Pierre Gonnord, un encargo ad hoc por la Comision Interministerial para la Conmemoracion del 80º aniversario del exilio republicano español, que auna retratos, testimonios y capturas de objetos intimos de algunas de las personas que vivieron el exilio en sus propias carnes, como Lina Arconada, madre, padre y superviviente a partes iguales, que llego a trabajar en el restaurante Le Marignan de Paris, el cuartel general de los nazis durante la ocupacion.
Jose Girao, Dolores Delgado y Jose Luis Ábalo delante del cuadro ‘Cami de l’exili’, de Joseph Franch-Clapers.
“Son todas historias heroicas, protagonistas anonimos, portavoces de una generacion. Hay una necesidad de contar, de un relato, y por eso el retrato por si solo no basta, tiene que ser acompañado por un texto, un testimonio en bruto que implique pasar tiempo para entenderlo”, explica el fotografo. “Esta es una exposicion muy necesaria, porque el exilio no solo fue el resultado de un fracaso como pais, sino la semilla que miles de españoles llevaron y plantaron en otros paises”, añade Girao, ministro de Cultura. Para Delgado y Ábalos se trata de saldar una deuda “desde el punto de vista moral y democratico”.