Los aliados de Díaz marcan su territorio a un mes del congreso fundacional de Sumar tras el mal resultado de Galicia
Fuentes de Sumar, por su parte, sostienen que la relación con Compromís sigue siendo buena y que en ningún caso van a competir electoralmente con su socio, aunque no descartan que la coalición trate de echar raíces en la Comunidad Valenciana, pese a que las reticencias que eso genera en los valencianistas. Donde sí parece claro que Sumar no se desarrollará orgánicamente es en Cataluña, puesto que Catalunya en Comú sí va a formar parte de los órganos de Sumar y, en principio, se convertirá en el referente de Díaz en esa comunidad, un modelo muy similar al que tienen el PSOE y el PSC: dos partidos distintos pero que comparten una parte de su vida interna y están sometidos a una estrategia conjunta.
“Catalunya en Comú somos un partido propio, que tiene capacidad de decisión”, dejó claro este martes la portavoz adjunta de Sumar en el Congreso y también militante de los comuns, Aina Vidal. “Nosotros formamos parte de Sumar y vamos a trabajar para que tenga los mejores resultados, porque tenemos claro que queremos transformar España y creemos que la herramienta para ello es Sumar, pero tenemos un partido que es Catalunya en Comú y va seguir siendo así“, zanjó. Fuentes de Sumar, por su parte, comparten esta visión y sostienen que lo previsto es que los comuns integren sus estructuras dentro de la coalición sin disolverse ni perder su autonomía.
La incógnita de Madrid
Por el contrario, está menos claro qué pasará con la tercera de las formaciones territoriales fuertes que rodean a Díaz: Más Madrid. Fuentes de la formación explican que el resultado de las elecciones gallegas no ha cambiado demasiado la percepción que existe sobre el futuro de Sumar, aunque también admiten que hay una parte de la dirección del partido que ve con dudas la conveniencia de que Más Madrid se vuelque en la construcción de la formación de Díaz a escala estatal por el posible perjuicio que eso puede tener en la marca a nivel autonómico.
Parece complicado, no obstante, que la vicepresidenta vaya a renunciar a desarrollar estructuras de Sumar en Madrid, especialmente si decidiera no hacerlo en la Comunidad Valenciana y en Cataluña. Eso implicaría, de facto, renunciar a controlar la organización en tres de las plazas en las que más fuerte es la izquierda a la izquierda del PSOE.