Del Mundial a los Juegos Olímpicos: la gesta de la selección española no ha hecho más que empezar
De sorpresa a favorita. Esa ha sido la (r)evolución de la selección española. La misma que se plantó en Australia y Nueva Zelanda pasando totalmente desapercibida. Tras meses complicados fuera del campo, lo que sucediera sobre el verde estaba en el aire. Sin embargo, las futbolistas del combinado nacional dieron la sorpresa y volvieron a España como las flamantes campeonas. Lo que sucedió después podría haber hecho trastabillar a este equipo, pero su fortaleza mental y ganas de reivindicarse las ha llevado, tan solo 187 días después, a conseguir otro hito histórico. Por primera vez España estará en unos Juegos Olímpicos. Y no es casualidad.
La fórmula le salió bien. Alexia, sin el alta médica, no entró en la lista de convocadas, pero estuvo en los momentos previos con el resto del equipo. La capitana siempre ha sido una líder innata y ha comandado esta selección tanto dentro como fuera del campo. Con ella, todas se sienten protegidas, sobretodo Jenni Hermoso. Tras lo sucedido en la ceremonia de medallas del mundial, la ’10’ sintió una presión sobre ella descomunal. Volvió a México cuando se abría el proceso judicial contra Rubiales. Necesitaba desconnectar. Pero lo que realmente siempre ha querido Jenni Hermoso ha sido marcar una época, y eso hizo este viernes marcando el primero para abrir el camino de las españolas hacía París. Tenía que ser ella.
Sin embargo, durante estos meses en los que España ya llevaba cosida la estrella en el pecho los mayores cambios no se dieron en el césped, sino en los despachos. El polémico y no consentido beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso sacudió a la Federación y no solo la silla del presidente se derrumbó. Uno de los primeros en tener que entregar el chandal fue Jorge Vilda, máximo apoyo de Rubiales y quien había sido su gran confidente durante el Mundial y tras los hechos sucedidos en la entrega de medallas. Haciendo el mínimo ruido posible, fue el primero en abandonar Las Rozas (semanas más tarde ficharía por la Federación de Marruecos), pero, tras él, una larga lista de ejecutivos y directivos quedaban señalados y sentenciados.
El papel de Markel Zubizarreta
Con el único adiós de Vilda quedaban dos sillones libres. El de entrenador, que ocupó con cierta premura Montse Tomé, quien se ha estrenado en competición nacional esta Nations League y consiguiendo el billete los Juegos Olímpicos de París y el pase a la final del torneo. Y el de director deportivo, que fue para el arquitecto del mejor Barça de todos los tiempos: Markel Zubizarreta.
Su llegada a la RFEF, de la mano de su segundo Gonzalo Rodríguez (también exazulgrana), ha sido clave en el proceso de entendimiento entre jugadoras y ente federativo y para desbloquear las incontables situaciones límite que se han producido en estos meses. Su talante discreto y su conocimiento a la perfección del ecosistema y del fútbol femenino ha permitido que las jugadoras, tanto las que estan como las que no, se sientan escuchadas.