La división interna de Junts y el horizonte de las catalanas: las últimas balas del PSOE para aprobar la amnistía
Así las cosas, en el ala socialista van más allá y vaticinan un descalabro del partido de Puigdemont en las elecciones catalanas si no apoyan la ley. Eso sí, descartan una convocatoria electoral pronta en Cataluña. La decisión es, en exclusiva, del actual president, Pere Aragonès. Apuntan a que su decisión de intentar aprobar los Presupuestos de la autonomía no indica que esté pensando en una convocatoria anticipada -la fecha límite es el mes de febrero de 2025-. Eso sí, el president también se ha sumado en las últimas semanas a las presiones públicas a Puigdemont para que ceda y apruebe la ley tal y como está. “Cada día que pasa sin amnistía es un día más con represión. No se puede demorar en el tiempo”, dijo hace cinco días.
La estrategia de presión del Gobierno se ha intensificado estos últimos días. “Si los que se van a beneficiar no la apoyan, ellos verán”, resumía el pasado martes otro ministro socialistas, que insistía en la idea de que el PSOE no cuenta con ningún implicado en causas judiciales por el procés independentista y que añade que el Gobierno “seguirá gobernando con o sin amnistía”. En público, la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, también apuntó que “nadie entendería que esa ley no se aprobase”. “Especialmente en Cataluña”, dijo.
Cabe recordar que el plazo para un nuevo acuerdo finalizaba este miércoles, pero el lunes la Mesa del Congreso aceptó, con los votos de los socialistas y sus socios de coalición -Sumar-, la prórroga solicitada por el PSOE para que la Comisión de Justicia emita un nuevo dictamen sobre la proposición de ley de amnistía, fijando el 7 de marzo como fecha límite. Para entonces, PSOE y Junts deberán haber llegado a un acuerdo o, de lo contrario, la norma decaerá definitivamente.