Laia Bonals: “No era consciente de que cuando escribes un libro gran parte de él también habla de ti”
Dar voz a las situaciones extremas que han marcado la vida de otras personas no es fácil. Laia conoció el accidente de Anna casi por casualidad y decidió hacer un reportaje periodístico del extremo rescate en el diario ‘Ara’, medio en el que trabajaba en ese momento. La primera vez que se citó con ella ni siquiera encendió la grabadora, solo quería escuchar su historia. Había pasado solo un mes desde el accidente y la joven enfermera todavía estaba en estado de shock. Desde ese primer encuentro hasta que se publicó el artículo pasaron unos seis meses de entrevistas, cafés y reuniones con otras personas que también estaban dentro de la cueva con ella. Después, con el libro, llegaron los encuentros con su entorno y las personas que habían estado al lado de la protagonista durante el proceso. “Anna, su familia y la gente que estaba en la cueva han sido muy generosos“, asegura Bonals.
A pesar de que sea la historia de Anna, también hay mucho de Laia en el libro. “No era consciente de que, cuando escribes un libro, gran parte de él también habla de ti“, asegura la periodista. “Cuando cuentas un duelo, cuando explicas una ruptura, cuando hablas de la tristeza, cuando hablas de un TCA… son cosas que si tú no has vivido es muy difícil poderlo explicar”, expresa. “En la primera parte del libro, el rescate en la cueva, el foco es Ana, pero para poder explicar la segunda parte tuve que poner de mí. Me ha dado vértigo pensar que la gente lo va a leer“. Esa verdad es la que hace que la gente se pueda sentir identificada con la historia.
Gestión emocional
A lo largo de esta historia, la periodista ha aprendido que “la vida es mucho más que lo que tenemos en el día a día” y que, cuando miras con perspectiva los problemas diarios, no son tan grandes. “Lo normal es que si a una persona le pasa lo que le pasó a Anna, se muera. Ver que una persona es capaz de gestionar esto, empodera a todo el mundo”, explica Bonals, que también reconoce que ser vulnerable con tus seres queridos “es una cosa muy bonita”.