El TNC rescata la historia de Maria Ginestà, icono de la Guerra Civil
A partir de ahora ‘Marina Ginestà. Fotos de memòria’ tendrá réplicas y reverberaciones. El objetivo del proyecto es que compañías amateurs escenifiquen el texto como mejor les parezca. Lo importante para Carme Portaceli, directora del TNC, es dar a conocer durante todo el año la figura de mujeres invisibilizadas como Ginestà y potenciar el teatro de base con otras lecturas dramatizadas, dirigidas e interpretadas por amateurs en salas, centros cívicos o bibliotecas.
Pero, ¿quién era Marina Ginestà i Coloma? La instantánea que la hizo famosa -y que se encuentra en los archivos de la agencia EFE- la muestra como una miliciana con el fusil al hombro y mirada arrebatadora. La imagen la tomó el fotógrafo Hans Gutmann en el Hotel Colon de Barcelona en 1936. Ella tenía 17 años y creía en la historia del sueño socialista tras la primera victoria en la capital catalana en los albores del golpe de Estado que provocó la Guerra Civil en España. Ginestà pasó de querer disfrutar de la ‘Olimpiada Popular’ a ponerse a trabajar como traductora del enviado especial del diario soviético Pravda, Mijail Koltsov. También fue periodista de varios medios republicanos. Su misión era mantener el ánimo de su bando y lo hizo hasta el final. Acabó huyendo a Francia y de allí a República Dominicana, Venezuela y México.
La directora Núria Vizcarro y la dramaturga Mercè Vila Godoy trabajaron en este proyecto durante un año para elaborar una historia no lineal ni cronológica que recorre diferentes etapas en la vida de Ginestà. Joana Puig la interpreta de joven, Dolo Bertan de mujer de mediana edad y Pepa López en su etapa de madurez. El encuentro del periodista -interpretado por Jordi Oriol- que entrevistó a Marina Ginestà en París cuando ya era mayor y quiso saber más acerca de la historia de aquella fotografía icónica tomada en los comienzos de la Guerra Civil Española sirve para tejer una interesante propuesta con base real pero ficcionada, llena de detalles sobre su familia y su recorrido vital. Todos los datos que se dan en la obra han sido contrastados. Aparte de investigar, “Mercè tuvo varias conversaciones con el periodista que la descubrió en París, Xulio González, para corroborar toda la información”, recuerda la directora.
Familia feminista
Las imágenes que proyectaron durante la primera lectura este sábado ayudaron a descubrir aspectos desconocidos de esta mujer que no era la única feminista y activista de su familia. “Ha sido un trabajo enriquecedor. Tenemos curiosidad para ver cómo montarán esta historia otros grupos amateurs”, señala Vizcarro. Asegura que tenerles junto a ella en un ensayo abierto y en otros momentos del proceso de creación ha sido interesante. “Les expliqué diferentes maneras de montar las escenas. Cada director tomará sus decisiones, de eso se trata, que cada cual haga algo diferente con este texto y lo dé a conocer”.