Notre Dame recupera su esplendor cinco años después del gigantesco incendio
“Nunca olvidaremos ese día”. Como muchos parisinos, Santana y Sara tienen petrificado en su memoria el 15 de abril de 2019. Pocos minutos antes de las siete de la tarde, un incendio empezó en la parte superior de Notre Dame. Las llamas ardieron con gran celeridad y al cabo de menos de media hora se veían a kilómetros de distancia. “Recuerdo que esa tarde pasé en metro por la misma zona de la catedral y muchos viajeros seguían lo que sucedía en sus móviles”, explica Santana, de 23 años, una joven estudiante universitaria de marketing, sentada junto con su amiga en un banco en la explanada de la monumental catedral gótica de París.
Eran las ocho de la tarde del 11 de abril y unos pocos centenares de franceses y turistas se encontraban en los alrededores de la iglesia del siglo XIV. Allí se respiraba una atmósfera relajada y primaveral. Nada que ver con esa fatídica tarde de hace cinco años. Unas gradas de madera se han convertido en el premio de consolación para aquellos turistas o paseantes que quieren contemplar Notre Dame, cuyo interior no puede visitarse desde entonces.