Gündogan huye de la queja arbitral y lidera una dura autocrítica por los “regalos” del Barça ante el PSG
Ese mensaje monopolizó el discurso de Xavi en la despedida europea, pero no era compartido por jugadores de peso de su equipo, como Ter Stegen, uno de los capitanes, o Ilkay Gündogan, quien abandonó el City campeón de todo para venirse a Barcelona donde se puede quedar con las manos vacías. “Todo estaba en nuestras manos y lo regalamos de la manera sencilla”, confesó el alemán en una charla con CBS Sports.
El discurso de ‘Gundo’, uno de los jugadores más autocríticos que han pasado en los últimos años por el vestuario azulgrana, abandonó cualquier tipo de excusa. “Creo que si pita falta tiene que expulsarlo y esto ha cambiado todo. Se puede pitar la falta a Araujo”, reconoció Ter Stegen contradiciendo la versión de su entrenador.
La lista de fallos
Gündogan, que ya denunció tras la derrota en el clásico con el Madrid en octubre pasado que veía cosas que no le gustaban en el vestuario, fue un poco más allá. “En este tipo de momentos tan cruciales debes asegurarte de llegar al balón. Tienes que tenerlo claro. Si no, darle la oportunidad a nuestro portero. Tanto minutos con 10 te mata”, comentó el exjugador del City explicando que no miraba la actuación arbitral sino a la decisión que tomó el central uruguayo.
“Todo estaba en nuestras manos, pero lo dejamos escapar de la manera más fácil”
“Prefiero, por supuesto, encajar un gol allí o darle al delantero un mano a mano”, explicó Gündogan sobre la tarjeta roja a Araujo (m. 29), que condicionó, y de manera terrible para el Barça, el duelo con el Paris SG. “Todo estaba en nuestras manos, pero lo dejamos escapar de la manera más fácil”, se lamentó luego el centrocampista alemán.
“De nuevo, un error, sí. Creo que tenemos que salir y no dejar que dispare porque estaba muy libre”, recordó Gündogan, incidiendo en que es un fallo intolerable. “Para ser honesto quiero decir que tampoco es nada que no hayamos entrenado”, reconoció el alemán. También Xavi reveló en la sala de prensa de Montjuïc tras el 1-4 que ese tipo de acciones defensivas estaban trabajadas.
“El hombre más cercano al jugador y al balón tiene que salir. Vitinha era el cuarto hombre. Ya lo sabes. Alguien tiene que salir”, decía, una y otra vez, el excapitán del City. Pues, nadie salió. Un gol que “no era necesario” encajar, según denunció Gündogan. Algo similar ocurrió en el imprudente penalti de Cancelo sobre Dembélé, prólogo del 1-3 de Mbappé.