Las medidas de conciliación son otro punto que destaca Couto, que tuvo un permiso de tres semanas antes del parto y ahora cuenta con hasta 31 semanas para dedicarse a su bebé. Cuando termine, su pareja disfrutará de otras 15 para continuar cuidando al pequeño. Una vez los dos se reincorporen al trabajo, “la empresa, que es la misma para los dos [progenitores], ya nos ha dicho que nos cuadrarán los turnos para que podamos cuidar de nuestro hijo”, explica Aroa.