Alícia Gorina viaja a la tragedia griega con ‘Ifigènia’ en el Lliure
Pere Arquillué (Agamemón y Orerstes), Emma Vilarasau (Clitemnestra e Ifigènia de mayor), Marta Ossó (Igifènia de joven), Pau Vinyals (Aquiles), Albert Pérez (Menelao) y un coro que habla, actúa y canta formado por Cèlia Castellano, Daniela Fumadó, Júlia Genís, Laura Roig y Neus Soler defienden el montaje. Gorina ya había trabajado antes con Arquillué y Ossó en ‘Blasted’, de Sarah Kane, pero nunca con Vilarasau. La directora ha levantado el proyecto trabajando estrechamente con todo el equipo: Albert Arribas (dramaturgia), Sílvia Delagneau y Josep Iglesias (escenografía) y Adriana Parra (vestuario).
En la primera parte la acción transcurre en el exterior, “en una playa de cenizas que representa todos los sacrificios realizados a lo largo de la historia”. En la segunda, “más onírica y simbólica”, todo pasa en el interior del templo. “En ella la idea del sacrificio de Ifigenia está muy presente. No cambia la escenografía, pero sí la manera de iluminarla porque la primera parte es de día y la segunda de noche, la primera es exterior y la segunda interior”. La primera parte conecta con el imaginario de lo que es una puesta en escena convencional de una tragedia griega mientras que la segunda parte juega a deconstruir las convenciones y los códigos del género. “La segunda parte entra en un espacio más mental, marcado por el caos y la violencia”.