Un inmenso Márquez no puede evitar el triunfo de Bagnaia en casa
Los cuatro mejores, perdón, supermejores, más perdón, extraordinarios fueron, de nuevo, cómo no, ¡claro que sí!, los cuatro protagonistas de una carrerita al ‘sprint’ de 12 vueltas que, en Mugello, otro de los palacios de la velocidad mundial, son muchas vueltas, o sucifientes para ver, disfrutar y pasárselo de maravilla, viendo como ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati) pone su reloj de arena en marcha y van cayendo los granitos hacia la victoria, fino, fino. Como Marc Márquez (Ducati) exprime al máximo, como nadie, su Ducati del pasado año, sí, sí, del pasado año para demostrar que él sí es oficial. Como Jorge Martín (Ducati) no lo tiene ganado y debe pensar que, con tantos lobos detrás suyo, debe amarrar los puntos como sea. Hoy se fue al suelo, siendo tercero. Y, señores y señores, tercer podio al ‘sprint’ de Pedro Acosta (GasGas), que llega, que viene, que ya está aquí, haciendo las delicias de todos.
Bagnaia no permitió que nadie le soplase la oreja, que nadie le pillase la matrícula, que nadie se acercase a menos de un segundo y ganó de semáforo a banderazo. Y eso que Márquez lo intentó, acercándose hasta el 0.873 segundos del jefe de Borgo Panigales, que tenía algunas decimitas guardadas en su puño derecho para cuando el ocho veces campeón le amenazase. “Siempre tienes que medir donde está Marc, siempre”.
“Me he entretenido en la salida”, contó Marc, “que debemos mejorar. He perdido unas vueltas tratando de superar a Brad (Binder), que siempre es duro, duro y me la he tenido que jugar, a final de recta, por dentro, sobre el piano, para pasar a Jorge (Martín), que se ha resistido de lo lindo. Pero el ritmo estaba ahí y, quien sabe, igual mañana (domingo) nos la podemos jugar de nuevo”.
“Qué más puede pedir un piloto italiano: ganar en casa, ganar con una Ducati y provocar la alegría de su gente. Es único. Me siento muy, muy, feliz por los aficionados y, además, es mi primer triunfo en sábado”
Así fue la carrera. Se escapó Bagnaia, incontestable. Martín trató de perseguirle, pero nunca le inquietó. Márquez, que arrancaba desde la segunda línea de la parrilla, pero mucho mejor que cualquier otro día (13º en Francia y 14º en Barcelona), corrió con mucha cabeza y solo se la jugó en el adelantamiento a Binder, final de recta, a 350 kms/h., por dentro y con Martín, en idéntica maniobra, después de tener que abortar, una vuelta antes, porque el líder del Mundial se resistió de lo lindo y aguantó el tirón de MM93.
“Estos podios son cosa de todos. No solo del equipo, también de la gente de nuestra fábrica de Mattighofen, donde trabajan durísimo para ofrecernos una moto ganadora, ésta, sí, que yo trato de llevar al podio siempre que puedo. Es por eso que estoy tan feliz, por ellos, porque así les devuelvo parte de su trabajo y les hago felices, seguro”.
“Todo va bien, otro podio, otra carrera con gran ritmo, hemos puntuado todos los sábados y veremos si mañana podemos hacerlo aún mejor, aunque ‘Pecco’ y Jorge siguen teniendo un poquito más, pero tenemos ritmo, sí”
Así son los cuatro grandes, así son los cuatro que, tal vez, con salpicaduras de alguno más, un día Aleix Espargaró (Aprilia), otro Brad Binder (KTM), las menos, ya se ve, o tal vez un irregular Maverick Viñales (Aprilia) también aparecerá algún día, lo cierto es que ellos cuatro, mezcla de veteranía y juventud, son los que dominan y dominarán la temporada, en un campeonato que, como nos contó ayer el campeonísimo Giacomo Agostini, 15 títulos en sus manos, más que nadie, “se llevará el piloto con mejor cabeza, no el más rápido”.