
Así lo han explicado desde el programa mexicano del canal Univisión El gordo y la flaca junto al paparazzi español Jordi Martín, explicando a su vez que ha sido una decisión de mutuo acuerdo. Aunque en un primer momento, según han explicado, el intérprete se negaba a vender la propiedad, pensando sobre todo en que podría ser un activo importante que les quedase a los dos hijos que han tenido en común, Tophy —como llaman cariñosamente a Christopher—, de 19 años, y Kailey, de 15, como patrimonio, finalmente ha cedido.
Más tarde, el periódico El Español ha corroborado la información y ha encontrado la vivienda en la web de una conocida inmobiliaria de lujo, Realtor. Dicha agencia, además, da cierta información importante, como el hecho de que la casa se construyó en el 2020, así como que si alguien ve el cartel de ‘Se Vende’ y quiere la mansión habrá de pagar nueve millones de dólares, lo que al cambio suponen algo más de siete millones y medio de euros.
Por supuesto, el anuncio ensalza todas las virtudes de la casa, como el hecho de que esté situada en casi una hectárea de terreno y tenga construidos 830 metros cuadrados repartidos entre varias plantas. Destaca, por ejemplo, que tenga seis habitaciones y siete cuartos de baño, siendo una de las habitaciones la principal, que cuenta con vestidor y espacio lounge para desayunar.
Casi toda la vivienda le otorga una especial preponderancia al minimalismo, a los espacios abiertos y a la luminosidad, razones todas ellas que se desprenden de los inmensos ventanales que hacen las veces de pared en las estancias principales o que la inmensa mayoría de los muros sean sea en tonos blancos —con incorporaciones de mármol y marfil en diversos lugares—, si bien hay varios detalles, como las barandillas de cristal o varis muebles en negro o en tonalidades oscuras para ampliar el contraste, como un piano de cola.
Todo ello también se observa en los diferentes comedores, en el despacho, el cual está decorado con un estilo sobrio, sencillo y sin alardes, en el salón principal, con un gigantesco sofá gris en el centro, o en la cocina, que cuenta con dos islas, cada una de una tonalidad, así como está equipada con electrodomésticos de última generación, resguardados en una lavandería.
Por si fuera poco, tanto el salón como la cocina tienen unos ventanales de suelo a techo que dan a la piscina y al jardín infinito por medio de una de las múltiples terrazas que tiene la casa, tanto en la planta alta, desde donde se disfruta la puesta de sol, como a ras de suelo, un lugar perfecto para barbacoas y reuniones al aire libre —no habrá problema de aparcamiento, pues cuenta con varias plazas de garaje—.
La vivienda demuestra la afición del exmatrimonio al deporte, pues cuenta con su propia zona de gimnasio, equipado con la práctica totalidad de la maquinaria necesaria para mantenerse en perfecta forma, una cancha de baloncesto y hasta zona de entrenamiento de béisbol. Pero también lugares para relajarse, de ahí que tenga también una sala de cine, ideal para ver las mejores películas y series en familia o con amigos, o incluso una habitación para gamers, seguramente pensada para sus dos hijos y sus posibles aficiones.
Aun así, William tendrá que pensar si quiere seguir viviendo en Florida ahora. Y es que recientemente dejó caer la posibilidad de mudarse a vivir a España, dadas las largas temporadas que ha pasado rodando en nuestro país, donde se siente como en casa. «Sí, sí, me encantaría ya encontrar el momento ese donde puedo, donde yo quiero, pero donde podría ya ir acá y poder vivir acá. La verdad es que me gusta mucho, me encanta España, un país donde la gente trabaja para vivir, no vive para trabajar», reveló en declaraciones al programa Objetivo TV.