Una dura preparación física y mental
La actriz hizo frente a casi dos años de entrenamiento diario de baile, de 8 de la mañana a 6 de la tarde y clases de canto que le provocaron un pequeño conflicto interior. «Toda mi vida he estado aquí arriba, tocando una nota aguda en el teclado. (…) Soprano. Mi madre es soprano, una cantante maravillosa. Y puedo tocar esas notas, pero… Resulta que estoy aquí abajo. Ahí es donde me gusta vivir», explica Hathaway.
“Tuve que aceptar ser una principiante”
Anne Hathaway siempre ha sido una actriz que irradia simpatía, amabilidad y humildad. «Ves cómo trata a todos, y es a todos , es tan amable«, ha declarado su compañero de reparto Bradley Cooper. Y, una vez más, lo ha vuelto a demostrar.
La actriz ha hablado sobre una de las barreras mentales más importantes a las que se enfrentó durante el rodaje de la película. «Tuve que aceptar ser una principiante. La humildad de eso: presentarse cada día sabiendo que vas a ser un desastre. Y tiene que estar bien. No eres ‘malo’. Solo eres una principiante. Para llegar a esa mentalidad, tuve que desprenderme de algunas cosas que eran difíciles de desprender. Fue bienvenido. Pero fue difícil, como pueden serlo las experiencias transformadoras».
«Por fin aprendí a respirar. Mi cuerpo estaba tan bloqueado que literalmente no podía respirar hondo. Llevaba años intentando abrir ese espacio y pensaba que era físicamente imposible. Toda mi respiración estaba atascada…«, ha explicado la actriz que actualmente está centrada en el rodaje de El diario viste de Prada 2.