A golpe de bisturí: incremento notable de operaciones estéticas entre las más jóvenes



*Objetivo Igualdad se emite los domingos a las 16:30h en el Canal 24 horas y después en RTVE Play

El último informe elaborado por la SECPRE, Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, deja clara una tendencia. De cada 10 pacientes que se operan por una cuestión estética, 8 son mujeres. Además cada vez son más jóvenes los que demandan una intervención. Un tercio tienen entre 18 y 29 años. Incluso hay un ligero incremento entre los menores de edad, llegando casi al 2% de los operados. Este dato “no es un porcentaje nada pequeño” explica la psiquiatra infantil y de la adolescencia Beatriz Martínez Núñez, que divulga en redes sobre salud mental como @dr.beamartinez. “Habría que ver también qué motivos llevan a estos niños o niñas o adolescentes a someterse a estas intervenciones”, dice y destaca que si se revisa la bibliografía médica que se tiene disponible de todas las personas que se someten a una cirugía plástica o una cirugía estética: “Hasta el 15% pueden tener un trastorno que conocemos como trastorno dismórfico corporal”.

No es poco que casi un 2% de los menores se operen estéticamente

La doctora Martínez explica que las personas afectadas por este trastorno: “Le dan mayor importancia a rasgos o complejos de lo que le daría la gente de su entorno”. Esta experta en salud mental asegura: “Es posible que sean complejos inexistentes que incluso les puede incapacitar para algunos momentos de su vida”; incluso “pueden generar aislamiento o condicionar cómo se visten y cómo se muestran”, añade la psiquiatra.

La cirujana Masa Jurado realiza una opreación estética de mama Inmaculada Masa

“Hace falta tener estabilidad mental y madurez para decidir operarse”

La psiquiatra infantil y de la adolescencia incide a su vez en un tema fundamental. Hay que tener en cuenta que los mayores de 16 años pueden someterse a una operación de cirugía estética o una intervención de medicina estética, sin necesidad de la autorización del padre y la madre, si el médico considera que ese o esa menor es lo suficientemente maduro o madura. La cirujana plástica y estética, Inmaculada Masa Jurado, que divulga sobre su especialidad en redes como @doctoramasa, y que pertenece a la SECPRE dice que es muy importante “escucharles primero, para que una cirugía tenga el resultado que queremos”, y señala que “hay que hacerlo a cualquier edad, pero con los jóvenes más” porque “son más vulnerables”. La doctora Masa Jurado señala además, que es necesario “tener estabilidad mental y las cosas claras”, y asegura que hay “gente muy joven que tiene ambas, y gente más mayor que no”. En la misma línea la Dra. Martínez Núñez afirma: “Hay muchos adolescentes que tienen una madurez, diría, mucho mayor que algunos adultos”, aunque cree que en la adolescencia “el cuerpo está en proceso de cambio y hay que dar tiempo a que pueda terminar de madurar”.

si es un menor de edad debe haber un acompañamiento de un experto en salud mental para tomar la decisión

“Si es un menor de edad debe haber un acompañamiento de un experto en salud mental para tomar la decisión”, asegura y añade: “En Reino Unido y en Australia, las personas menores de edad que se van a someter a una cirugía plástica deben pasar un reconocimiento y una valoración psicológica para ver si efectivamente hubiera alguno de estos trastornos que pudieran condicionar el después”. Por eso, la doctora Martínez Núñez cree que este acompañamiento es especialmente importante cuando alguien va a entrar a un quirófano: ”Me atrevería a decir que a cualquier edad, pero especialmente importante en edades sensibles y de crisis como son la adolescencia”.

Joven haciendo scroll en Instagram con una influencer que habla sobre cirugía estética Juan Lage

“Las redes sociales influyen negativamente en nuestra percepción corporal”

Los datos de la SEME, Sociedad Española de Medicina Estética van en la misma línea. Los tratamientos con inyectables con el conocido “botox”, la toxina botulínica, y el ácido hialurónico especialmente, han aumentado también en la franja de 16 a 25 años, llegando a ser un 20% del total. Algo sobre lo que opina la creadora de contenidos en redes sociales, Daniela Granados, conocida como @daniela.granadosc: “La cirugía estética, igual que la dieta, siempre ha sido una opresión contra nosotras”. Granados cree que es “una manera de tenernos ocupadas en cosas que a lo mejor no son tan importantes o no pueden hacernos de verdad felices”.

Algo que la catedrática de periodismo y nuevos medios y especialista en comunicación y género de la Universidad Complutense, Asunción Bernárdez Rodal reflexiona que está relacionado con que “nuestra modernidad ha sido un generar la fantasía de que el cuerpo no cambia, de que siempre vamos a ser eternamente jóvenes“ y considera que “esta presión sobre lo físico ha existido siempre, solo que ahora la gente joven consume muchísimas redes sociales donde está todo muy accesible, muy rápido”.

La catedrática Asunción Bernárdez Rodal durante la entrevista Informativos TVE

Y ahí pone el foco sobre uno de los motivos principales que se apunta como disparador de este aumento de tratamientos y operaciones estéticas en jóvenes y adolescentes: Tik Tok e Instagram, principalmente, y otras redes donde cualquiera cuelga contenido explicando su tratamiento o su operación. Las redes sociales, asegura la doctora Masa Jurado: “Tienen un impacto en la percepción estética de los pacientes y en sus deseos de verse mejor”. “Generan un estándar de belleza que parece que todos tenemos que cumplir”, explica, y por eso es “muy importante generar en la gente joven la visión crítica para saber recibir esa información”. Eso sí, destaca que las redes sociales también pueden ser “un buen medio de divulgación por parte de cirujanos plásticos y estéticos” que pueden aportar “información veraz”. Bien utilizadas, pueden ser “una herramienta para encontrar a ese cirujano o cirujana que te de confianza” y que pueda “hablar de las ventajas e inconvenientes de una intervención”.

“Creo que las redes sociales influyen negativamente en nuestra percepción corporal”, expone la psiquiatra Martínez Núñez, que asegura: “No es algo que crea, sino que es algo que se ha demostrado científicamente”. Explica que existen muchísimos estudios que hablan de cómo el consumo de redes sociales, especialmente en mujeres: “Consigue que haya un rechazo mayor de su cuerpo respecto a aquellas personas que pasan menos tiempo en estas redes sociales” . Y añade que también aquellas personas que consumen más redes sociales “van a tener más ganas de hacer modificaciones en su cuerpo”

“Vino con las marcas de la liposucción que quería hacerse”

En relación con esto, Daniela Granados, que es también estudiante de 4º de sociología, nos cuenta que a raíz de un vídeo suyo donde hablaba de «unos retoquitos»

hubo mucho debate, y la criticaron argumentándole que ella también se maquilla. Daniela Granados afirma: “Yo me maquillo, yo me lavo la cara y yo no me estoy cambiando nada mío”. Pero incide: “Tú te metes ahora en Instagram, en TikTok” y mucho contenido es sobre qué cómo en un día, ven conmigo a ponerme labios o mira cómo ha quedado mi operación”. Por eso considera que “estamos bombardeadas y no vivimos en el mundo real, porque si tú sales a la calle, ahí sí hay cuerpos normales y caras normales”.

La catedrática Bernárdez Rodal explica que es una presión constante sobre las mujeres para “intentar cambiarnos el cuerpo o mejorarlo” por el sistema cultural y especialmente “sobre las niñas y las adolescentes, porque las mujeres estamos más expuestas en general”. Quieren que “parezcamos muñecas, es decir, que tengamos cuerpos estables, perfectos, que no cambian”.

parezcamos muñecas, es decir, que tengamos cuerpos estables, perfectos, que no cambian

La doctora Martínez Núñez cuenta que muchas veces van a operarse o hacer tratamientos estéticos invasivos: “No con la fotografía de la actriz de turno o la modelo de turno, sino con el deseo de parecerse a sí mismas con su foto en su red social pasada por el filtro”. Algo que, alerta, ya hace que se hable de un nuevo trastorno, “selfie dismorfia”.

“Un paciente, en este caso era un chico, vino a mi consulta”, cuenta la cirujana estética y plástica, “con las marcas pintadas de la liposucción que quería que yo le hiciera”. Explica que eso es: “Un signo de alerta total, por eso a ese tipo de paciente no conviene operarlo”. La doctora Masa Jurado explica que lo más importante, sin duda, es: “La comunicación, hablar mucho con la persona que quiere operarse porque ahí empieza el proceso de la cirugía estética, no en el quirófano”. Otro motivo a tener en cuenta del aumento de este fenómeno, cuenta, es que también “está más normalizado”. Las referentes de las chicas jóvenes “sus madres, sus tías, porque es fundamentalmente un público femenino, ya se han operado”. “Antes se operaban las estrellas, se operaba la gente con un nivel social alto”, continúa la cirujana. “Ahora es más accesible que hace 20 años” aunque “siguen siendo procedimientos caros la mayoría de las veces”. Además, la globalización también afecta: “Porque llegan las técnicas punteras de países donde es más habitual operarse, como Colombia, Venezuela, o Brasil”.

La creadora de contenidos en redes piensa que “está bien que una influencer admita que se ha operado”, porque tampoco podemos exponer a las niñas a “un estereotipo de persona perfecta y que venga de la nada”; pero cree que “una vez que lo admiten también lo están normalizando”. Y la experta en feminismo pone el acento en que “las que consiguen ser influencer reciben dinero de las marcas porque están haciendo publicidad de ciertas técnicas”, porque, asegura “es todo un mercado”.

Además, Bernárdez Rodal incide en que “en muchos casos este tipo de técnicas no tienen límite”, porque “producen un placer instantáneo, pero que se va enseguida”. Bernárdez Rodal explica: “Por eso pueden ser adictivas y una vez que te operas ya estás pensando en la siguiente”. También hay que tener especial cuidado con “intentar cambiar a golpe de bisturí algo que es mucho más profundo”, destaca la psiquiatra infantil y de la adolescencia porque “te puedes cambiar la nariz o las orejas, pero no puedes cambiar tu mentalidad”.

Cartel exigiendo la Ley Sara en homenaje a Sara Gómez, fallecida al hacerse una liposucción Informativos TVE

“Desde 1989 han fallecido en España en una operación estética 19 personas»

Otro aspecto importante, dice la psiquiatra divulgadora en salud mental, es que muchas veces en redes se minimiza el riesgo porque “la realidad es que un quirófano es un sitio donde uno se pone en una situación de riesgo», explica “especialmente si se somete a una anestesia general”. Hay que tener en cuenta “que cuando te abren determinadas partes del cuerpo, y se hacen incisiones, puede haber infecciones”.

Por eso es fundamental ponerse en manos de un cirujano plástico, porque es la única especialidad médica que recibe formación como cirujano estético. Por eso nos advierte la doctora Masa Jurado: “El intrusismo para nosotros es un problema importante, porque atenta fundamentalmente a la seguridad del paciente”.

el intrusismo atenta fundamentalmente a la seguridad del paciente”.

Diecinueve personas han muerto en España cuando se sometían a cirugías estéticas desde que se comenzaron a contabilizar en 1989. Es lo que le pasó a Sara Gómez que perdió la vida al someterse a una liposucción realizada por un cirujano no especializado en estética y plástica en 2022. Este médico y otros 9 están imputados por homicidio imprudente. Y la familia de Sara promueve una ley que regule qué especialistas pueden llevar a cabo estas prácticas. Hay que tener en cuenta, además, que solo en 2025 han fallecido tres influencers en Latinoamérica al someterse a una intervención de este tipo.

El sector de la cirugía estética mueve más de 4.000 millones de euros al año en nuestro país, así que controlarlo es indispensable a ojos de todas las entrevistadas. La psiquiatra divulgadora en salud mental desea: “Que haya leyes que garanticen el buen hacer profesional y que persigan a quien no lo cumpla”, porque “hay tratamientos que se venden en internet que no son tratamientos, sino que son engaños”. En este sentido, la cirujana estética recomienda: “Huir de esas clínicas que hacen ofertas baratas muy llamativas porque nuestro código ético de la SECPRE nos impide hacer este tipo de prácticas comerciales”. Además, aconseja no firmar “en estos sitios que pretenden que tomes una decisión ya, y que salgas de la clínica habiendo pagado ya una parte de la intervención para comprometerte”. Y termina: “Es mejor pensar bien dónde, cuándo y con quién te quieres someter a una intervención estética”.

La cirujana estética y plástica Inmaculada Jurado Masa y la psiquiatra infantil y de la adolescencia, Beatriz Martínez Núnez Talia Martínez de Marañón

“El 65% de los pinchazos estéticos los realizan profesionales sin titulación”

A todo esto hay que añadir que hay un repunte de los pinchazos e inyectables en rostro y labios y el 65% lo realizan profesionales sin titulación, según la SEME. Algo sobre lo que la doctora Masa Jurado señala: “Hay que tener mucho cuidado con frivolizar estos tratamientos”, porque “pincharse botox en el salón de una casa sin las condiciones necesarias sanitarias” advierte “es delito”. Ahí vuelven a intervenir otra vez las redes sociales de una forma perversa, porque como nos explica la catedrática de periodismo y nuevos medios: “Hay tutoriales en internet enseñándole a las niñas cómo pincharse en la cara el botox» y asegura que “es un peligro enorme”.

La creadora de contenidos en redes sociales y estudiante de 4º de sociología en Granada plantea que hay que reflexionar sobre «por qué las niñas de 15 años están hablando de ponerse labios” e insiste en que hay que ser consciente de que “nuestro cuerpo se mercantiliza desde siempre. Añade que “el feminismo se ha encargado de hacernos ver este tema”.

Nuestro cuerpo se mercantiliza y el feminismo se encarga de que lo veamos

Mientras, la cirujana estética plantea: “La presión social para estar bien o cumplir unos cánones estéticos […] siempre ha sido mayor en la mujer”. Hasta el punto, como señala la psiquiatra infantil y de la adolescencia que “la proporción de jóvenes afectados por trastornos la conducta alimentaria es de nueve chicas por cada chico”. Considera la doctora Martínez Núñez que “las chicas siempre van a estar sometidas a una presión estética mayor” y alerta sobre que cada vez es a “edades más tempranas”.

Por eso Bernárdez Rodal advierte de que debemos tener cuidado con el mito de la libre elección porque: “No podemos ver como liberador lo de yo hago con mi cuerpo lo que quiero”, ya que hay que tener en cuenta que “no hacemos con el cuerpo lo que queremos, sino lo que nos presiona la sociedad para que hagamos”. Por eso, añade la catedrática experta en género: “No podemos culpar a las mujeres que se operan”, porque insiste “es una presión social que existe sobre nosotras”. Granados se hace una pregunta al respecto “¿Y si ponemos el foco en la gente que no se opera y que vive una vida también de éxito?”.

Todas las entrevistadas coinciden en que la educación es la clave. La experta en comunicación y feminismo de la Universidad Complutense termina: “Debemos enseñar que las cirugías tienen un coste y que no son la solución a los problemas ni dan la felicidad” y considera que “el desafío básico es no tener miedo a deshacer los códigos educativos de género”.