Así fue el complicado rescate del cuerpo sin vida de la ‘influencer’ Juliana Marins tras caer en un volcán


Marta Lopez, y una versión envejecida generada por IA, en 'TardeAr'.

Las autoridades de Indonesia, que cerraron provisionalmente esta ruta de senderismo, habían dispuesto cuatro helicópteros para agilizar la evacuación de la brasileña, pero las condiciones adversas, como niebla espesa y fuertes lluvias, lo desaconsejaron. 

La joven cayó por una ladera de unos 600 metros de profundidad, en un terreno inestable de arena, piroclastos, ceniza y otros restos rocosos. Localizarla fue el primero de los problemas, pues tuvo que usarse un dron. 

Los equipos de rescate tuvieron que montar desde la cima del sendero un complicado sistema de trípodes, poleas y cuerdas para poder descender hasta la accidentada, que estaba unos 500 metros más abajo. 

La idea era fraccionar ese sistema de cuerdas a unos 350 metros ladera abajo, pero el terreno no permitía ningún tipo de anclaje y las cuerdas de mucha longitud pierden seguridad, pues hay mayor riesgo de enganches, desgaste, rotura o alondraje. Además, los empalmes con nudos dificultan la bajada o ascenso con elementos como descensores o bloqueadores. 

Así, el terreno obligó a los rescatistas a descender a mano sin anclajes fijos y después usar las cuerdas solo para izar el cuerpo sin vida, ya colocado en una camilla de rescate.

La lluvia constante convirtió el terreno en resbaladizo e inestable y además el cuerpo sin vida cambió de lugar a causa de deslizamientos del terreno, por lo que hubo que redefinir el plan en varias ocasiones. 

La caída de Juliana se produjo el día 21, desde una altura de unos 600 metros. Ese mismo día y el siguiente, ante la imposibilidad de usar helicópteros, se intentó un primer rescate por cuerda, que resultó demasiado arriesgado. 

El día 23 el uso de drones permitió apreciar que seguía viva, pero sin agua ni comida y probablemente herida. Según autoridades de Yakarta, lograron entregarle agua y alimentos en una ocasión, aunque la familia y diplomacia brasileña negaron que eso fuera así. 

El 24 de junio se encontró ya el cuerpo sin vida y se llegó hasta él por vía terrestre. No fue hasta el día siguiente cuando se consiguió alzar el cadáver hasta una zona desde donde pudo ser evacuado. 

Muchas han sido las críticas al operativo, que, aunque complejo de por sí por la orografía y las condiciones ambientales, ha sido considerado poco profesional y lento por parte de las autoridades de Brasil y la familia de la joven, que criticaron la tardanza y los retrasos por falta de material adecuado o experiencia de los rescatistas.