A pocos días de que se cumplan cien años de la muerte de Pablo Iglesias, fundador del PSOE y del sindicato UGT, la agrupación local socialista de su villa natal, Ferrol, y la dirección de la formación en Galicia, han acusado al Partido Popular de boicotear la reposición de una placa de homenaje cuyo original fue destruido por los fascistas tras el golpe de estado de 1936.
Los
socialistas afirman que el Ayuntamiento, en manos del popular José Manuel Rey Varela, exconselleiro de Política Social en la Xunta con Alberto Núñez Feijóo, quiere ahora poner la placa en un lugar demasiado
apartado y escasamente visible, junto a un árbol seco, en una
ubicación alejada de las zonas transitadas y donde otra mención en
honor de Iglesias ya fue vandalizada hace años sin que los servicios municipales la hayan reparado.
«Vamos
a pedir el apoyo de todas las agrupaciones de UGT y del PSOE de
España, proponiéndoles que envíen al Ayuntamiento de Ferrol una
reclamación oficial para que se coloque la placa en el lugar que
merece«, explica Ángel Mato, alcalde de la ciudad entre 2019 y
2023. «Es una cuestión de dignidad», añade.
A pie a Madrid huyendo del hambre
Pablo
Iglesias Posse, de cuya muerte se cumplen cien años el próximo
miércoles, fue un modesto tipógrafo nacido en 1850 Ferrol, que
emigró a pie con su madre de Galicia a Madrid huyendo del hambre y
la miseria tras la muerte de su padre. Criado en un hospicio de la
capital del Estado desde que tenía diez años, inició su carrera
política como columnista en los diarios donde empezó a trabajar
como aprendiz de impresor, hasta convertirse en el ideólogo y la
referencia clave del movimiento obrero en España a finales del siglo
XIX y principios del XX por su compromiso con la defensa de los
derechos laborales, el socialismo democrático, la organización
sindical, la educación pública y la lucha por la justicia social.
Tras
su fallecimiento en 1925, los
militantes del PSOE de Ferrol hicieron una colecta entre los vecinos
y encargaron
una placa conmemorativa al escultor Agustín López Miras que fue
colocada
en
la
sede del antiguo consistorio. Representaba
su efigie, coronada de laurel junto a un joven con un martillo
encadenado a un yunque, como símbolo del trabajo y de los trabajadores. Querían rendir homenaje, según rezaba el texto grabado en el bronce, “a su
vida austera, al temple heroico de su voluntad y a la honradez en su
conducta”.

El
golpe de Estado del 36 triunfó en Ferrol en pocas horas y los
franquistas,
que se hicieron enseguida con la ciudad, iniciaron una represión
sanguinaria con centenares de asesinatos, que sumaría decenas de miles en toda Galicia y centenares de miles en toda España. La placa de Iglesias fue
retirada y destruida. Pasaron 64 años hasta que en
el 2000,
bajo el mando del regidor nacionalista Xaime Bello, el
fundador del PSOE y de UGT
recibió el título de hijo predilecto de la ciudad. Años después también se bautizaría con su nombre un pequeño parque a la
entrada de su barrio natal, Esteiro.
«Esto no debería ser objeto de debate político, porque de lo que se trata es de un acto de respeto democrático a la historia de Ferrol, de reparación y justicia»
Pasado el tiempo, durante unos trabajos de digitalización en los
astilleros públicos de Navantia, varios militantes descubrieron una
fotografía antigua en la que se veía la placa que había sido destruida por los franquistas. Decidieron de nuevo
hacer una colecta y, a partir de ella, encargar una réplica, que pensaron podía
situarse en la plaza que albergó el antiguo Concello, porque el edificio de la casa donde nació Pablo Iglesias ya no existe, o algún lugar emblemático. «Hablamos con el alcalde, le explicamos nuestra intención de restituirla y aunque en principio dijo que sí, luego fue poniéndonos dificultades, hasta que nos informó de que la ubicación sería en el parque, pero no en su entrada, sino en una zona alejada y oculta donde apenas se vería», lamenta.
Dictadura y represión
Ferrol
es una de las ciudades más icónicas de lo que representaron no sólo
la dictadura –allí también nació Franco, que la rebautizó
pomposamente como El Ferrol del Caudillo–, la
represión y el horror fascistas, sino también la lucha obrera
antifranquista. La memoria histórica y democrática está presente casi en
cada esquina y en cada familia. El propio Mato recuerda que su padre
fue trabajador de Bazán, que su abuelo paterno, secretario de
organización del PSOE, fue asesinado en 1934 durante el levantamiento de Asturias; y que su otro abuelo, oficial de la
Armada, falleció en prisión tras recibir tres sentencias de muerte
de un tribunal militar franquista por su lealtad a la República.
El exalcalde también recuerda que la importancia de la figura de
Pablo Iglesias es anterior al franquismo, y que además trasciende la
rivalidad partidista y el combate de siglas. «Esto no debería ser objeto de debate
político, porque de lo que se trata es de un acto de respeto democrático a la
historia de Ferrol, de reparación y de justicia para con uno de los
mayores defensores de la libertad, la igualdad y la equidad social de
este país», añade Mato.
El
PSOE celebró el pasado octubre el acto de descubrimiento de la
placa, al que asistieron, entre otros, la presidenta del Congreso,
Francina Armengol; el secretario general de UGT, Pepe Álvarez; la
secretaria de Organización del partido, Rebeca Torró, y el
secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro. Pero la
agrupación local se ha negado a ubicar el monumento en el emplazamiento ordenado por el
Concello, y, tras guardarla en su sede, ha decidido exponerla en las
instalaciones del Ateneo Ferrolán, creado en 1879, el mismo año en que Iglesias fundó el PSOE. Hasta su clausura por el
franquismo, al tiempo en el que el partido era ilegalizado, el Ateneo fue uno de los principales motores de la vida social y
cultural de la ciudad.
El pasado 20 de noviembre, los socialistas denunciaron en la comisión institucional del Parlamento de Galicia la «censura política» del alcalde Rey Varela. «Lo que hizo hace años la dictadura, el PP pretende repetirlo simbólicamente hoy: apartar, ocultar y desnaturalizar un homenaje a una de las figuras fundamentales de la historia de la clase trabajadora», advirtió el diputado Aitor Bouza.
Público se ha dirigido al Ayuntamiento de Ferrol para obtener su versión de los hechos y ofrecer al consistorio y a su alcalde la posibilidad de responder a la acusación del PSOE de querer invisibilizar por «voluntad política» el recuerdo a Pablo Iglesias. A la hora en la que se terminó de redactar esta pieza, este diario no había obtenido respuesta a las llamadas y correos enviados a su gabinete de comunicación.