

Volvió a la industria canadiense, donde mantiene una posición tranquila, estable y popular desde hace años. Ganó un Canadian Screen Award por su papel de vendedor de coches en Call Me Fitz y protagonizó Private Eyes entre 2016 y 2021, comedia que también produjo y dirigió.
También, en 2014 publicó su autobiografía: Jason Priestley: A Memoir, donde ofrece «una mirada honesta a su paso por el estrellato» y sus «luchas personales».
En lo personal, Priestley está casado desde 2005 con Naomi Lowde, con quien ha tenido una hija, Ava, que acaba de graduarse en el instituto y es el orgullo de su padre en sus redes sociales, en las que no deja de promocionar el estudio de pilates de su mujer y su propia y pequeña compañía vinícola, The Oak and Priest Wine Company, de la que es copropietario desde 2005.