Juan
Carlos de Borbón empezó este miércoles la campaña de promoción
de su libro de memorias con una entrevista en el diario francés Le
Figaro, realizada en Abu
Dabi y en la que admite
su simpatía por Franco y
no da ni una sola explicación sobre las polémicas de corrupción que le han afectado. La biografía autorizada del
exmonarca, de cuyo contenido han adelantado algunos extractos otros
medios galos, como el periódico Le Monde y el semanario Le Point,
saldrá a la venta la semana que viene en Francia. La versión española saldrá en diciembre, el
mes de la campaña de ventas de navidad.
La
entrevista para Le Figaro fue realizada por el periodista Charles Jaigu
en la exclusiva isla de Naraï, frente a la capital de Emiratos
Árabes, donde, según afirma, reside el exjefe del Estado por cortesía del jefe del Estado de la federación, Mohamed bin Zayed Al Nahayan. La entrevista está redactada en estilo indirecto, es decir sin preguntas y respuestas
consecutivas sino con declaraciones del entrevistado intercaladas
con descripciones y valoraciones del entrevistador. Algunos de los
entrecomillados y otras afirmaciones que Jaigu atribuye a Juan Carlos
contienen falsedades o versiones incorrectas de la historia de España y de la vida del exmonarca.
El
antiguo rey también se refiere a su hijo y actual jefe del Estado,
Felipe VI, a quien reprocha cierta frialdad en el trato y con quien
insinúa querer recuperar una relación más fluida dada su intención
de regresar a España e instalar definitivamente su residencia en el país. Público ha pedido a la Casa Real su parecer
sobre la entrevista y el momento en el que fue publicada –el
aniversario de la DANA de València–, pero al cierre de esta edición
el departamento de comunicación de La Zarzuela no había respondido.
Esas
son algunas de las
afirmaciones contenidas en la
entrevista de
Juan Carlos de Borbón a Le Figaro que no se ajustan a la verdad o
que no han podido ser contrastadas:
Fuga de España
«Para ayudar a mi hijo, busqué un
lugar donde los periodistas de mi país no pudieran encontrarme
fácilmente», dice el exrey. Lo cierto es que tras estallar el escándalo sobre sus cuentas
corrientes en Suiza, el exmonarca anunció su partida el 3 de agosto de
2020 en una carta a su hijo que la Casa Real hizo pública ese mismo
día. Dos semanas después, la institución confirmó que Juan Carlos
de Borbón llevaba ya en Emiratos Árabes desde el mismo día del anuncio de su salida de España.

Desplante de un embajador
Según Charles Jaigu, el exmonarca español le habría transmitido en Abud Dabi su malestar por las pocas veces que podía ver a sus hijo y nietos y por el hecho de que el embajador de España en Emiratos Árabes se habría negado a darle la mano en una ocasión. Público se ha dirigido al Ministerio de
Asuntos Exteriores interesándose por su versión y para saber si ese incidente ocurrió en
realidad, pero al cierre de esta pieza no había obtenido respuesta.
Periodista encarcelado
«¡La última vez que vino un periodista español, las
autoridades locales lo metieron en la cárcel! Tuve que intervenir
para sacarlo», asegura Juan Carlos de Borbón en la entrevista en Le Figaro, para expresar el aislamiento al que supuestamente se ha sometido de manera voluntaria. Lo cierto es que no existen informaciones en la prensa nacional ni internacional que recojan la detención de un periodista español
en Emiratos Árabes, ni de ninguno que hubiera viajado al país con
intención de informar sobre el exjefe del Estado o tratar de
entrevistarse con él. Público también ha preguntado al Ministerio
de Exteriores sobre este extremo, pero no ha obtenido contestación.
No fue absuelto porque no fue juzgado
Frente a las críticas por los casos de corrupción con los que se le vincula, el entrevistador de Juan Carlos I le atribuye a él el recordatorio de que «ha sido absuelto en todos los casos que en su momento le habían
convertido en paria en su propio país». No es cierto: el exrey no
ha sido declarado absuelto porque nunca ha sido juzgado por delito
alguno. Los que se le atribuían fueron descartados bien porque,
según la Fiscalía, habían prescrito, bien porque los habría
cometido cuando ejercía la Jefatura del Estado y su figura era
inviolable y no sujeta por tanto, según la Constitución, a responsabilidad penal.
«Para ayudar a mi hijo, busqué un lugar donde los periodistas de mi país no pudieran encontrarme fácilmente» (Juan Carlos de Borbón)
Los 100 millones del AVE a La Meca
El periodista asegura en la
entrevista que para Juan Carlos I, los 100 millones de dólares que
recibió del rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz al-Saúden
en agosto de 2008 –en esa fecha equivalían a casi 107 millones de
euros– fueron «una
generosidad de un rey hacia otro». Sin embargo, según
la empresaria Corinna Larsen, a quien el rey a su vez habría
regalado esa cantidad en la época en la que mantuvieron una relación
sentimental, se trataba en realidad de una comisión por la mediación
de Juan Carlos I en el proyecto del AVE a La Meca, en favor de varias
empresas españolas que finalmente se hicieron con los contratos.
Tres golpes de Estado el 23-F
«No hubo un golpe [de Estado, el
13 de febrero de
1981], sino tres golpes», le dice Juan Carlos de Borbón al periodista que lo entrevistó en Abu Dabi. «El golpe de Tejero, el de Armada y el de los
políticos cercanos al franquismo. Alfonso Armada estuvo 17 años a
mi lado. Le quería mucho y me traicionó. Convenció a los generales
de que hablaba en mi nombre», afirma. Lo cierto es que ni
los historiadores que han investigado la asonada del 23-F, ni la sentencia de primera instancia del Consejo Supremo de Justicia Militar en 1982 ni la definitiva del
Tribunal Supremo un año después, recogen la tesis de los tres
golpes en uno.