
Louis Ducruet, el mayor de los tres a sus 32 años, es presidente de los Barbagiuans, un equipo lanzado por Alberto II en la década de 1980, nombrado en honor a los raviolis fritos con albóndigas típicos de Mónaco. «Ese es el sentido del humor de mi tío». Él fue el primero de los hijos de Estefanía de Mónaco en hacerla abuela y tiene claro qué tipo de crianza quiere: «Quiero ser un padre muy presente, entregado a mi familia».
Camille (27 años) es la más discreta de los hermanos, también la que más se parece a su abuela, cosa que la enorgullece. «Cuando me dijeron que me parecía a mi abuela, para mí, me parecía a mi yaya, no una celebridad famosa internacionalmente«, decía, aunque ninguno de los tres comoció a Grace Kelly.
Ella se siente orgullosa de su familia y de representarla. «Mi madre siempre nos decía que es imposible tener la vida que tenemos sin dar las gracias a nuestro abuelo [Rainiero III]. Tenemos el deber de representar a la familia, tanto en suelo monegasco como a escala internacional», decía en la entrevista.