
Weinstein no testificó en su defensa en el juzgado, sino que lo hizo de forma telemática, en silla de ruedas desde el hospital prisión Bellevue de Nueva York, donde recibe tratamiento por los problemas cardíacos y la leucemía que padece. En su alegato, el magnate negó las acusaciones, asegurando que sus diferentes interacciones con las denunciantes fueron consentidas.
Las tres mujeres denunciantes en el caso -la actriz Jessica Mann, además de Haley y Sokola- volvieron a dar su testimonio sobre lo ocurrido al jurado popular, mientras la Fiscalía presentó a Weinstein como un «todopoderoso» magnate de Hollywood que aprovechó su poder e influencia para agredir sexualmente a mujeres que querían prosperar en la industria.
«Seguirá entre rejas y eso es una victoria»
Miriam Haley, la antigua asistenta de producción de Weinstein, ha calificado de «victoria» el verdicto. «Seguirá entre rejas y eso es una victoria (…) Salir a la luz pública fue lo más difícil que he hecho. Compartí mi historia públicamente, testifiqué bajo juramento y reviví mi trauma. Esto ha tenido un costo personal, pero ha dado sus frutos», dijo Haley a las puertas del tribunal tras el fallo del jurado.
Haley, que estuvo acompañada en una rueda de prensa por la abogada Gloria Allred -que ha representado a varias mujeres que denunciaron los abusos en Hollywood desde la oleada del movimiento #MeToo- añadió que ahora está «feliz» pero «no sorprendida» con el veredicto, pues «era evidente que verían más allá de las tonterías de la defensa».
«Estoy muy agradecida con el jurado. La defensa impuso un tono muy caótico desde el principio para distraer al jurado de hechos innegables (…) El veredicto de hoy me da esperanza (porque) hay una nueva conciencia sobre la violencia sexual y se desvanece el mito de la ‘víctima perfecta'», continuó la mujer que trabajó para Weinstein como asistenta de producción en el reality ‘Project Runway’.