Xavi aclara que decidió irse del Barça a principios de temporada
En la jornada 20, y el último día de enero, comienza una nueva etapa en el Barça con las mismas caras.
Xavi expuso un sinfin de argumentos para justificar su abandono. Fueron tantos que no quedó nada en claro; ueno, solo uno: está harto de muchas cosas. Tomando como punto de partida el momento en que empezó a sopesar la idea de acabar su etapa en esta campaña, podría deducirse el origen de ese hartazgo, luego rellenado y complementado con otros motivos.
Los refuerzos pedidos no llegaron, sino otros no reclamados, y la plantilla se redujo forzada por el excedido límite salarial. Que aún sigue excedido, porque los 40 millones de la última palanca no se han ingresado.
El sustituto de Gavi no ha sido un centrocampista, sino un delantero de futuro, de momento suplente (Vitor Roque), y la plaza de Alejandro Balde, operado este martes en Finlandia, y lesionado de larga duración susceptible de ser sustituido en la plantilla, no ha aparecido a 24 horas del cierre del mercado.
“Tengo la sensación de que haga lo que haga y diga lo que diga no es suficiente, tengo la sensación de que no me van a comprar nada, por eso me marcho”, lamentó, comparándose con el maltrato que recibieron en su día Pep Guardiola –respaldó ayer la tesis de Xavi sobre la inhumana presión del entrenador del Barça–, Ernesto Valverde o Luis Enrique, aunque reconociendo, eso sí, que el equipo no estaba “cumpliendo las expectativas”. Piensa, no obstante, que el equipo tiene opciones de conquistar la Champions.
Xavi confía en la reacción de sus futbolistas, conmovido por el apoyo y los mensajes de solidaridad del vestuario. De la sala de juntas no habló. Al margen de Joan Laporta, que el sábado en Montjuïc le pedía resistencia y consistencia para agotar el contrato hasta 2025, Xavi no ve la confianza sólida de nadie más.