Consuelo Kanaga, la dignidad de la raza negra en el objetivo
El marido de Annie Mas Merriweather, el aparcero negro sindicalista Jim Press, moría linchado en Alabama. Poco faltó para que también la mataran a ella, que lejos de hundirse escribiría: “los terratenientes prefieren vernos morir a punta de pistola de los linchadores antes que darnos un salario digno. ¡Pero estamos más decididos que nunca a organizarnos y luchar hasta las últimas consecuencias y con uñas y dientes para conseguir mejores condiciones!”. En 1935, la fotógrafa estadounidense Consuelo Kanaga (1894-1978), muy vinculada al movimiento Nuevo Negro, captaba el rostro de la viuda, “una mezcla de proximidad y contención” con la que lograba transmitir su dignidad ante su pérdida. Este mismo afán de empatizar y ofrecer una imagen positiva y bella de uno de los colectivos más propiciatorios del racismo en su país, casi siempre asociado a la pobreza y la marginalidad, es una de sus mayores contribuciones al modernismo fotográfico y recorre gran parte de su obra a través de retratos pero también con imágenes que eran toda una declaración de intenciones, como ‘Manos’, donde aboga por la solidaridad con dos manos a punto de entrelazarse, una blanca y otra negra.
La muestra, que coincide en el KBr con ‘La cámara doméstica, la afición fotográfica en Catalunya’ (ver al final de estas líneas), viajará en verano a Madrid antes de ir al Moma de San Francisco en otoño y luego al Museo de Brooklyn, en Nueva York, centros que la coorganizan junto al centro barcelonés. Reúne 180 fotografías de una mujer poco dada a la autopromoción, cuyo trabajó “es aún poco conocido, en parte porque su obra conservada es pequeña. Quedan unos 2.500 negativos y 500 copias impresas“, comenta el comisario, que señala como probable motivo, que “con una vida intensa, casada y divorciada tres veces, a partir de los años 30 dedicó gran parte de su tiempo a ganar el sustento para su familia y mantener a su tercer marido, el pintor Wallace Putnam, haciendo fotos para revistas femeninas y del hogar” y relegando su faceta más artística.