Así fue la terrorífica caída de Vingegaard, Roglic, Evenepoel en la Vuelta al País Vasco
Parecía la mejor decisión para evitar la montonera, pero esa fue precisamente la condena de los que optaron por esa arriesgada maniobra evasiva. Allí esperaban, a ras de asfalto, un abrevadero y unas grandes rocas —aparentemente parte de un área de descanso para senderistas—, trampas mortales a la velocidad del impacto.
En las imágenes se aprecian las diferentes trayectorias. Pocos son los que escapan al ‘foso’. Dentro se queda Roglic, inmóvil, a espera de asistencia médica. Hasta siete bicicletas se aprecian tiradas en la hierba, el rastro de uno de los accidentes más duros de los últimos tiempos.
Una curva cerrada con baches trampa
Son varias las hipótesis que se barajan tras el accidente, pero todo apunta a la posibilidad de una serie de baches que, sumados a la velocidad de entrada a la curva (señalizada), habrían provocado las primeras caídas.
Varios ‘saltos’ de ciclistas, reventones y otras averías en las ruedas podrían confirmar esta teoría, la de la existencia de unos baches en la vía provocados por las ramas de los árboles que provocan esas ligeras elevaciones sobre el terreno.