Tensión y nervios en el Barça apenas una semana y media después de que Xavi Hernández anunciara que se queda
Joan Laporta no comparte esa visión, aunque sí coincide con Xavi en una cosa: el equipo necesita cambios de cara a la próxima temporada. Sin embargo, la delicada situación económica del club lo complica todo, con la necesidad de hacer caja antes de intentar fichar a los jugadores necesarios.
Sin los 50 millones de euros que hubiera dado el Mundial de Clubes –la derrota ante el PSG evitó la posibilidad de superar al Atlético– y con los seis de la Supercopa en riesgo, el club azulgrana necesitará ingresos o aligerar la masa salarial de la plantilla.
Y es ahí donde ha salido el primer nombre, el de Robert Lewandowski. El polaco, con un salario ascendente, cobrará 32 millones de euros la próxima campaña y es por ello que desde el club no ven la salida del delantero, de 34 años, como una mala opción.
El otro delantero del equipo, el recién llegado Vitor Roque, tampoco tiene clara su continuidad. La confianza de Xavi en el brasileño es casi nula y el sábado por la noche, tras la derrota azulgrana, su pareja dejó claro su malestar con varios emoticonos. El joven jugador, eso sí, se niega a una cesión: o seguirá de azulgrana o quiere ser vendido.
Pero no son, ni mucho menos, los únicos nombres que están sobre la mesa. Ronald Araujo, Frenkie de Jong y Raphinha son jugadores con un caché elevado con los que el FC Barcelona podría hacer caja para acometer la necesaria reestructuración del equipo.
En cualquier caso, la calma que se produjo tras el anuncio de que Xavi continuaría –pese a anunciar en enero que se marcharía al finalizar la temporada– ha durado apenas algo más de una semana. La improvisada reunión de Laporta con Deco y Enric Masip en el palco de Montilivi dejó claro que hay nerviosismo en el club y que va a ser un verano movido con cambios importantes para tratar de levantar a un equipo muy tocado.