Alquiler
Seguro redondeó su perfil de gran grupo inmobiliario creando en 2019 una
fundación con su nombre. Apoyada en una dotación inicial de 30.000 euros, tiene
como fines no sólo «el fomento y la protección, a través del alquiler, del derecho
constitucional de disfrutar de una vivienda digna y adecuada». En concreto,
busca proteger a personas «con dificultadas de cumplir con sus obligaciones
para disponer de una vivienda digna» e incluso «sensibilizar y concienciar a la
ciudadanía sobre los problemas de este colectivo». «Nuestra misión principal es
ayudar a las personas en situación de vulnerabilidad, ofreciendo viviendas y
medidas de apoyo que les permitan mejorar su calidad de vida», recalcan en su
última memoria. Es decir, a quienes la inmobiliaria nunca alquilaría uno de sus
pisos, ni jamás conseguirían la etiqueta de «inquilino perfecto» de cuya
búsqueda hace gala la empresa.
Del
alquiler como negocio, que ha convertido a la empresa en un caso de éxito, al
alquiler como «derecho fundamental para todos los ciudadanos sin importar su origen,
género, edad, orientación sexual, capacidad o cualquier otra característica que
los distinga».
Sus
patronos son el presidente y vicepresidente de Alquiler Seguro, Antonio Carroza
y Sergi Gargallo, y el director de Estrategia de la inmobiliaria, Alberto
Alonso Sánchez. Está inscrita en el Registro de Fundaciones del Ministerio de
Justicia, pero hasta el pasado septiembre no había depositado en su patronato ni
las cuentas anuales ni ningún plan de actuación, según informa el propio departamento
a preguntas de Público.
Sí
que ha colgado en su página web la memoria de 2024 y el plan de actuación para
este año. El pasado mes de marzo aprobó un código ético y otro de buen gobierno,
donde precisa que sus líneas de actuación son dar acceso a una vivienda a personas
en riesgo de exclusión social y proporcionar «información de interés a la sociedad» a través del Observatorio del Alquiler, un centro de investigación que elabora
estudios sobre el mercado de los arrendamientos. Para cumplir con estos fines, cuenta
como fuentes de financiación, además de las subvenciones públicas y privadas,
las donaciones y aportaciones de particulares, y los ingresos derivados de «alianzas
con propietarios o entidades». De hecho, la fundación se compromete a «fomentar
la participación» de dueños de viviendas en «programas de alquiler solidario,
ofreciendo garantías y beneficios para facilitar su implicación».
Ésta es la cuarta entrega de la serie de investigación de Público sobre Alquiler Seguro, integrada por nueve artículos [Aquí puedes consultar la primera entrega].
Colaboración con socimis solidarias
En
2024, tuvo unos ingresos de 85.346,15 euros, de los que el 93,7% eran fondos
propios y sólo 5.394 euros procedían de donaciones. Este año, según consta en
su plan de actuación, prevé unos ingresos de 179.000 euros, de los que 175.000 corresponden
a aportaciones privadas, y 3.000 euros están etiquetados como “otro tipo de
ingresos” –los 1.000 restantes provendrán de actividades mercantiles–. Alquiler
Seguro no ha contestado a este periódico cuando le ha preguntado cuál es el
origen de esas aportaciones privadas.
Según
la memoria, el año pasado empleó esos 85. 346,15 euros en tramitar 72 ayudas,
que beneficiaron a 186 familias a través de siete proyectos. Uno de ellos se
basa en la «alianza estratégica» que ha firmado con dos socimis solidarias, o
socimis con fines sociales, Tutechô y Primero H.
Con
la primera, explica la empresa, tiene un acuerdo de colaboración para erradicar
el sinhogarismo en España. La fundación ofrece «soluciones habitacionales» y «acompaña» a personas sintecho. «La fundación se esfuerza, además, en denunciar la situación
de las personas afectadas por el sinhogarismo mediante la publicación de
informes que apuestan por una decidida política social«, añade Alquiler Seguro.
Con la segunda, firmó otro acuerdo en septiembre de 2022 para «financiar los servicios
de gestión de sus inmuebles, destinados a personas sin hogar o en riesgo de exclusión
social».

En
2024, la fundación también colaboró con la Federación Española de Bancos de Alimentos
(Fesbal) en una recogida masiva de comida de la que se beneficiaron 63
personas. Otras 19 familias disfrutaron de un «espacio multiusos» creado junto con
la Fundación Tengo Hogar. También hizo donaciones de materiales y herramientas para
los damnificados de la DANA de Valencia. Voluntarios de la fundación viajaron hasta
la frontera con Ucrania cuando fue invadida por Rusia para trasladar a España a víctimas
de la guerra. Y 75 empleados de la inmobiliaria «se involucraron de manera activa» en la compra solidaria de regalos de Reyes Magos con Mensajeros de la Paz.
‘Se alquila’, una comedia financiada por una inmobiliaria
Además,
la fundación coprodujo una obra de teatro titulada Se
alquila, una comedia «delirante» –dice su promoción– sobre un actor en paro
que pone en alquiler una de las habitaciones de su vivienda y hace pasar por un
test de seis preguntas a un candidato a compañero de piso, un hombre en la sesentena
que quiere ser pintor. Uno de los protagonistas es Agustín Bravo, presentador
de televisión que fue durante años la cara visible de las campañas de publicidad
de Alquiler Seguro. Además de aparecer en sus anuncios, cada
mes buscaba el “inquilino perfecto” entre los miles de clientes de la
inmobiliaria, y al elegido se le regalaba un mes de renta. En mayo de 2022 ofició
el acto de presentación en sociedad de la fundación, adonde acudieron la
expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre y el diputado del PP
Guillermo Mariscal.
Su
antagonista en el escenario es otro presentador de televisión Andoni
Ferreño, también director de la obra. El hijo de Ferreño, Gonzalo, ha escrito
el texto y su hermano Alberto se ha encargado de los decorados. Se alquila
se ha representado en el Teatro Bellas Artes de Madrid este mes de agosto, pero además ha pasado por la Red de Teatros de la Comunidad de Madrid durante todo
el año y el próximo 8 de noviembre se verá en Boadilla del Monte. También ha llegado
a Algeciras (Cádiz) y San Sebastián.
Además
de cofinanciar la obra de la productora Cabaret 42 Producciones, la fundación
recaudó fondos para fines sociales vendiendo entradas de fila cero –se compra
una entrada, pero no se asiste a la representación y el importe se destina a un
fin benéfico–.
Becas y viviendas compartidas
Este
año, la fundación tenía previsto dedicar 40.600 euros al Proyecto Hogar, con
el que quiere dar «ayuda económica y material» a 10 personas «con dificultades
para pagar el alquiler», además de proporcionarles «acompañamiento social
personalizado» a través de trabajadores sociales. El Proyecto Raíces incluye
una beca de estudios y clases de apoyo a 10 menores para reducir el abandono
escolar. Mi Lugar Seguro tiene presupuestados 15.000 euros para proporcionar
una vivienda de dos dormitorios a familias que necesiten desplazarse para dar
tratamiento médico a sus hijos en un hospital. El Proyecto Genera Convivencia consiste
en gestionar 30 viviendas compartidas, haciendo de intermediaria entre una
persona mayor que disponga de una habitación y un joven que la necesite. Finalmente,
la fundación planeaba volver a firmar acuerdos de colaboración con las dos
socimis sociales, Tutechô y Primero H. por importe de 42.484 euros.
Alquiler
Seguro no ha contestado a la pregunta de Público sobre si la fundación
no es un intento por mejorar su imagen, enfocada en la protección de los
propietarios a expensas de los inquilinos.