Medio siglo de vida del 0-5 del Barça de Cruyff al Madrid
La noche más gloriosa de todos los tiempos del Barça es la del 17 de febrero de 1974. Cuando ya agonizaba el el franquismo se vivió la noche en la que el culé obtuvo la mayor recompensa jamás deseada sin un título en juego. Hubo otras, antes y después, en las que la satisfacción se representó en un trofeo; aquella permanece inolvidable en la memoria de varias generaciones. Medio siglo ha transcurrido del 0-5, resultado único porque único es el partido al que remite.
El 0-5 se convirtió aquel día en un marcador icónico que ha pasado a ser el emblema de lo que se entiende por una goleada y que no necesita mayor expresión que el saludo que se expandió en Barcelona y en Catalunya con los cinco dedos de la mano abiertos. Acompañado por una sonrisa, por descontado, por todo aquello que encerraba la victoria. Más importante en las connotaciones extradeportivas que en las puramente futbolísticas.