PSOE y PP auguran una negociación fallida del CGPJ en plena semana de la amnistía
La misma desesperanza que trasmiten desde Génova reina en la calle Ferraz, donde sostienen que la “actitud permanente del PP para boicotear el acuerdo” es ya “un hecho comprobado”. A diferencia de los populares, el Partido Socialista es partidario de resolver este conflicto bajo el paraguas de la actual legislación, “y después se reformará lo que haya que reformar”.
También la desconfianza es mutua, como demuestra la frase pronunciada hoy por De Celis: “Los que querían controlar la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo por detrás ahora lo que quieren es controlar el CGPJ”. Fuentes del PSOE aseguran que acudirán a la reunión del miércoles “con la mejor intención”, y atribuyen el posible frenazo en la negociación al “modus operandi del PP”. “Cada semana es una nueva excusa, a vez cómo lo justifican ante Europa”, resumen.
La marcha de Guilarte, a la vuelta de la esquina
Mientras las dos formaciones responsables de desbloquear el Consejo parecen alejarse de nuevo, la inminente marcha del presidente del órgano se suma a la presión de la Comisión Europea. Según ha anunciado Vicente Guilarte, el segundo presidente interino del CGPJ, su intención es dimitir antes de que acabe marzo en caso de que no haya un acuerdo sobre la mesa.
Su partida ahondaría aún más en la precariedad del actual Consejo, el más mermado de la historia de la democracia. Pero ni la dimisión de Carlos Lesmes, presidente del Consejo desde 2013, ni la jubilación de Rafael Mozo, que le sustituyó en primer lugar, lograron el golpe de efecto necesario para zanjar el conflicto. Tampoco parece que las advertencias de Guilarte estén dando frutos en este sentido. Con él fuera del órgano, el vocal conservador Wenceslao Olea pasaría a presidirlo, como hiciera su antecesor, por ser el de mayor edad en el Pleno. Además, solo quedarían en el Consejo 15 vocales de los 21 que prevé la ley (incluyendo al presidente, que lo es también del Tribunal Supremo).