El PSOE ve más cerca la investidura de Sánchez tras confirmar Puigdemont “conversaciones” con varios partidos
Con todo, el PSOE tiene clara la hoja de ruta. Sus intenciones pasan por estar en un segundo plano durante este mes. Es decir, dejar que la iniciativa la lleve Feijóo en sus negociaciones para la investidura, a la que no le dan ni un atisbo de poder salir adelante. “Nosotros trabajaremos en lo nuestro mientras”, advierten, conscientes de que las negociaciones no serán fáciles. Por varios motivos, además. En primer lugar, porque el acuerdo no solo apelará a ERC y a Junts, que piden referéndum -en Moncloa llevan años insistiendo en que no se producirá- o la amnistía, una medida a la que sí llevan semanas abriéndole la puerta.
También deberán convencer a EH Bildu y al PNV, inmersos en una batalla de cara a las autonómicas que celebrará el País Vasco el próximo año. En este marco es en el que los socialistas leen el paso dado por el actual lehendakari Íñigo Urkullu, que ayer planteó la celebración de una convención constitucional que tenga como objetivo una reinterpretación de la Carta Magna y permita “avanzar” en el autogobierno vasco, y dirigir la cuestión territorial hacia “un modelo plurinacional del Estado”. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, aseguró que el Gobierno no comparte la propuesta, pero que la considera “legítima” y la valoró “en positivo” al ubicarla dentro “del marco constitucional”. Este último argumento es el que usan los miembros del Gobierno -incluido el presidente- cuando se les pregunta por la amnistía.
Asimismo, no cabe olvidarse de Sumar, la plataforma de Yolanda Díaz que formará parte -de nuevo- del Gobierno de coalición. Este será el paso más fácil porque las dinámicas de trabajo ya están creadas y la relación entre Sánchez y la vicepresidenta segunda es buena y fluida. Además, el partido de Díaz, que quedó como cuarta fuerza política, está tratando de jugar un papel fundamental al acercar posturas entre los independentistas catalanes y los socialistas, aunque esto no quiere decir que Puigdemont no pida que le visite en Waterloo, donde reside, una delegación del PSOE. En la actualidad, las únicas diferencias que mantienen socialistas y los de Sumar es en los tiempos, pues estos últimos desearían que las negociaciones estuvieran mucho más avanzadas.