Los nombres propios de la RFEF a los que apuntan las jugadoras tras la destitución de Andreu Camps
El siguiente nombre a tachar de la lista es el de Rubén Rivera, director de Marketing de la RFEF. Otro de los hombres fuertes de Rubiales, con el que ya trabajó en AFE. De hecho, abandonó el sindicato días antes de que el motrileño ganase las elecciones a la RFEF para unirse a su equipo de gobierno. Uno de sus soldados más fieles, además, porque fue quien viajó hasta Ibiza junto a Albert Luque, director de fútbol masculino, para “convencer” a Jenni Hermoso de que no denunciase a Rubiales.
Tras ellos aparece Miguel García Caba, director de los Servicios Jurídicos del Real Madrid entre 2016 y 2018, cuya relación con Rubiales fue tormentosa. Entró en la RFEF de la mano de Rubiales en 2018 como director jurídico, pero el motrileño le retiró su confianza. Sin embargo, regresó tras ser denunciado por una grabación a Javier Tebas y Gerardo González Otero, y se hizo cargo del departamento de Integridad. Es además miembro del Comité de Control, Ética y Disciplina de UEFA y formó parte de la Comisión Jurídica del Comité Olímpico Español.
Por último, surge con fuerza la figura de la actual seleccionadora nacional femenina, Montse Tomé. Exjugadora, entre otros, de Barça o Levante, era la segunda de Jorge Vilda y las jugadoras la perciben como la opción continuista. Ellas, por su parte, lo que quieren es romper con todo lo relacionado con el anterior régimen, y están cerca de conseguirlo, porque el futuro de Tomé no está nada claro y podría ser cesada al finalizar el partido del martes ante Suiza.
Además, la entrenadora fue una de las personas que aplaudió a Rubiales en aquella infame Asamblea. Pese a que más tarde se justificó, alegando haberse sentido presionada, no goza de la confianza del grupo. Las internacionales no le perdonan que las convocase a pesar de haber expresado claramente su voluntad de que no lo hiciera, y que encima se inventara luego en rueda de prensa que lo había consensuado con ellas.