Pero pese al arrollador e indiscutible éxito de ventas, tampoco faltan las críticas a algunos de los pasajes. Especialmente interesantes son las formuladas por las personas que los vivieron en persona.
Harry afirma en su autobiografía que un instructor del ejército detuvo deliberadamente su avión de hélice Slingsby T67 Firefly sin previo aviso. «Sentí que el ala izquierda se hundía, una sensación enfermante de desorden, de entropía, y luego, después de varios segundos que parecieron décadas, (Booley) recuperó el control del avión y niveló las alas», dice el pasaje.
«La salida se realiza exactamente de acuerdo con un briefing. La única vez que hay sorpresas es más adelante en el plan de estudios, no como se indica en el libro, cuando se introducen las emergencias», prosigue el instructor.
En cualquier caso, Booley guarda un buen recuerdo de Harry: «Era un estudiante excepcional, con mucho talento. Es un amigo y un hombre al que respeto inmensamente y al que siempre escucharía».