El hombre había viajado con un hijo y un amigo a Bilbao para presenciar la final de la Europa League, en la que su equipo, el Tottenham, se impuso al Manchester United. Según Alexander Skree, el amigo que viajó con él, cuando desapareció «o sabía en qué ciudad estaba». «Algo no iba bien en su cabeza», dijo.
El hijo de Garrod había regresado a Noruega porque tenía que trabajar este viernes, pero tenía previsto regresar a Bilbao este domingo para encontrar a su padre.
Tanto las autoridades de Bilbao como las de Noruega habían sido avisadas de la desaparición de Grahame Garrod, que finalmente se ha saldado con final feliz.