Vega Private Members Club, que nace al lado de tiendas de grandes firmas como Jimmy Choo, Chanel, Dior, Cartier, Valentino o Hermès, retoma el testigo de un local que antes de mil metros cuadrados que antes albergó la boutique de Elena Benarroch —en torno a la cual se reunían amistades como Pedro Almodóvar— y que heredó la firma de muebles daneses BoConcept. Por ahora, se sabe que la reforma correrá a cargo del diseñador e interiorista Lázaro Rosa-Violán.
Él ya fue el responsable del anterior proyecto que unió a Campos Guallar y al marido de Tamara Falcó en mayo de 2024, Casa Salesas, si bien Campos Guallar, este pasado mayo de 2025, se ha convertido en socio único tras aportar una ampliación de capital de 27.000 euros. Aun así, se han avenido a explicar que esto se debió a una estrategia societaria interna que no afectó en exceso a ninguno de los dos, dado que Onieva, por ejemplo, ha tardado apenas un mes en ponerse manos a la obra con su tercera aventura en el ocio madrileño, siendo la primera Lula Club, en plena Gran Vía, quizá su mayor éxito hasta ahora.
Con respecto a dicha discoteca, este nuevo proyecto empresarial de Onieva y Cristiano Ronaldo será casi su opuesto: discreción total y relajación en un ambiente de confianza en el que no quepa duda de que no se permitirá molestar a ningún cliente, ya que todos ellos irán buscando algo parecido. No por nada el plantel de celebridades que ya han pasado por el libro de firmar de otros restaurantes y clubs del grupo da buena idea sobre ello.
Desde Vanitatis enumeran a toda una serie de famosos internacionales que se han acercado a Tatel, Totó y Casa Salesas, los locales del futbolista y Campos Guallar: desde actores de Hollywood como Sharon Stone, Gerard Butler o Elijah Wood, a músicos como Bono, Maluma o Kanye West, empresarios como Bill Gates, nombres clave de la industria de la moda como Carolina Herrera, Donatella Versace, Cindy Crawford o Chiara Ferragni, o, por supuesto, deportistas de la talla de Michael Jordan, LeBron James, Zinedine Zidane, Luka Doncic, Neymar da Silva Santos o hasta el gran rival en el campo del portugués, Leo Messi.
Además, desde el citado medio explican cómo será el funcionamiento interno de Vega Private Members Club. Detallan que ofrecerá hasta tres conceptos diferentes de restauración: primeramente, como ya hacen en Casa Salesas, contará con un bistró abierto a todo el público; en segundo lugar, algo más elevado, un espacio gastronómico que será solo para socios; y de igual forma, al tercero, un restaurante italiano de alta cocina, como ya hacen en otro de sus locales, Totó, solo accederán quienes paguen la cuota.
Algo parecido ocurrirá con sus barras, contando con cuatro en todo el espacio: una estará especializada en cervezas exclusivas mientras que otra estará destinada a licores destilados también de alta gama. Las otras dos barras estarán consagradas a la coctelería de autor. Ello no es óbice, además, para que también se vayan a realizar catas de vino y experiencias exclusivas para socios en un club de vino privado dentro de sus instalaciones.
Entre estas se encuentran desde espacios de trabajo a salones privados o incluso salas destinadas a conferencias. En su objetivo de no dejar ninguna hora del día sin que pueda acudir cualquiera de sus clientes, también habrá desayunos para ejecutivos, encuentros afterwork para quienes busquen desestresarse tras el trabajo y, en ocasiones señaladas, eventos especiales.
Vega solo admitirá la entrada de los socios o, en todo caso, por invitación o recomendación de alguno de estos. Aunque la cuota todavía no se ha dado a conocer, desde Vanitatis puntualizan que, si se observan los precios de clubes similares en otras ciudades europeas, podría rondar los 4.400 euros, siendo los 2.000 primeros de entrada y los 2.400 de cuota anual, algo que se reduciría en caso de ser menor de 35 años, en cuyo caso serían unos 2.500 en total, 1.000 de entrada y 1.500 de cuota anual.
Dado que los tres socios ya han anunciado que también lo abrirán en Marbella y que la idea es expandirse a otras grandes ciudades como Lisboa o Milán, se espera que la membresía dé acceso igualmente a otros clubes en diferentes partes del mundo.