«Estamos en 2025. Vamos a hacer 30 años. No se le puede llamar romance, es que [mi marido] es incluso más que un familiar. Es la relación más íntima que dos personas pueden llegar a tener. Es diferente a la de los hijos, pero ya te digo que de aquí a 30 años… ¡No me voy a ir a ninguna otra parte! ¡Ni de coña! Así es como me siento al respecto», afirmó, dejando claro que no piensan dejarlo y que aún les que queda cuerda para rato en su amor.
Aun así, no deja de ser curioso que cuando se conocieran, cuando todavía la actriz no era famosa a nivel mundial —aunque sí en el mundillo del humor, pues de hecho Kudrow estuvo saliendo en la década de los 80 con el cómico y presentador Conan O’Brien—, lo hicieran por un encuentro fortuito en casa de ella. Pero porque Stern estaba saliendo con una compañera de piso de Kudrow.
«Yo estaba viviendo con una francesa, y él se acababa de mudar aquí [a Estados Unidos], y ya estaban saliendo juntos cuando nos conocimos. Pero como soy de lo más educada, lo vi y pensé: ‘Bueno, ahí está el hombre perfecto, pero no se puede hacer nada, porque ahora están juntos y no voy a intentar conquistarlo», reveló la cómica en una entrevista para el Daily Mail. No obstante, el mundo les tenía deparada otra oportunidad, aunque fuese seis años más tarde —aunque la relación con la compañera de piso no durase sino apenas medio año—.
Lisa y el publicista francés se reencontraron entonces en mitad de una fiesta de cumpleaños y no dejaron de hablar en toda la noche. Ese fue el momento en el que la chispa surgió entre ambos y desde entonces no han dejado de estar juntos. Eran los comienzos de la década de los años 90 y Kudrow estaba a punto de experimentar muchísimos cambios en su vida. No solo comenzaba el rodaje de Friends, sino que en 1995 ella y Stern pasarían por el altar en una boda de la que, a pesar de que ya era toda una celebridad, trascendió más bien poco, apenas un par de imágenes.
Como tampoco eran dados a aparecer juntos en alfombras rojas ni a hacer ostentaciones —de hecho, rara es la vez que aparecen juntos en el Instagram de la intérprete, donde tiene 10 millones de seguidores—, mucha gente se sorprendió cuando su personaje en la ficción se quedaba embarazada. Incluso hubo fans que pensaron que no era real. Pero sí: los guionistas hubieron de idear una subtrama del personaje de Phoebe, que por entonces no tenía pareja estable, para que la actriz continuase trabajando. Ella, Kudrow, sí que estaba esperando un bebé de verdad.
Julian Murray, su único hijo, nació el 7 de mayo de 1998, y ha querido seguir los pasos de su madre en la industria del entretenimiento, motivo por el que en 2021 se graduó de la licenciatura en Bellas Artes, Artes Cinematográficas, Producción de Cine y Televisión en la Escuela de Artes Cinematográficas de la Universidad de California. Lisa, por amor, ha aprendido a hablar fluidamente en francés, porque, como explicó en una entrevista con la revista Glamour en 2014, para ella el amor es un deporte de equipo.
«Cuando decidimos casarnos, lo teníamos claro: no nos vamos a prometer amarnos para siempre, porque eso no se puede hacer, pero sí que nos comprometíamos a resolver cualquier problema que surgiese. Estamos decididos a que nuestro matrimonio funcione. Resulta que, después de compartir una historia como la nuestra, el vínculo que se crea es muy fuerte, y el amor se convierte en otra clase de amor, uno diferente. Y ahora, joe, no quiero gafarlo, ¡que soy supersticiosa!», bromeó la actriz.
«Cada uno respeta la independencia del otro y no lo digo como un eufemismo. No me refiero a las relaciones fuera del matrimonio. Pero sí a que a mí no me guste viajar [y a él sí], o que si le apetece ir a jugar al golf, que vaya. Tengo la sensación de que la gente se autosabotea cuando asumen que en la pareja deben actuar como una unidad, estar sincronizados en todo. Y el matrimonio es más estar en un equipo. Cada compañero es diferente, pero todo irá bien mientras ambos miembros tengan el mismo objetivo», finalizó.
Por cierto, la respuesta es sí: tanto Lisa como Michel siguen teniendo muy buena relación con la compañera de piso francesa por la que se conocieron.