La determinación es absoluta. Han sido muchos años en los que ha sido víctima de ataques furibundos y mentiras repetidas una y otra vez. Acusaciones que le han hecho mucho daño y que le han obligado a tener que levantar un muro con una prensa que no siempre ha estado a la altura de las circunstancias.
La relación de su hijo Carlo con Alejandra Rubio la ha situado en una posición en la que no se siente cómoda. Mar Flores calla con educación para no generar titulares que puedan dinamitarlo todo, pero recuerda todo lo que ocurrió durante unos años convulsos en los que la humillaban y menospreciaban en los programas en los que trabajaban las Campos. Cualquier tiempo pasado no siempre fue mejor.