A partir de 2010 empezó a alejarse de los focos, contaba años más tarde en algunas entrevistas que por problemas de ansiedad, y empezó a implicarse en causas benéficas, especialmente focalizadas en temas de salud y derechos de la mujer.

En 2019, fue madre por primera vez a través de fecundación in vitro, proceso que compartió públicamente con total naturalidad, y desde 2021 parece que la cantante experimenta un nuevo renacer artístico. Ese año lanzó Firebird, su primer álbum en más de una década, que escribió durante el confinamiento del COVID en 2020.

A sus cincuenta años, Imbruglia es hoy una artista madura, con una gran trayectoria y que, dice, por primera vez siente que no tiene «que demostrar nada a nadie».