Retratos, coronas y tiendas de campaña transforman Londres antes de la coronación de Carlos III

Flanqueado por las banderas del Union Jack y de países de la Commonwealth, este emblemático paseo de pavimento rosado es una de las posiciones más codiciadas para aquellos que quieran admirar a los reyes, puesto que por allí iniciarán su trayecto hacia la Abadía de Westminster (ida y vuelta), obligando a las masas a agolparse en dos escuetos kilómetros en lugar de los ocho de Isabel II en 1953.

«Decidimos dormir una siesta en el césped, ¡qué frío!», exclamó Gothard ante el micrófono de EFE, mientras describía la espera en plena noche en el parque de St James. «Más tarde tuvimos el ensayo, así que nos levantamos y los vimos. Fue muy bonito. El carruaje es precioso«, apuntó, delante de unos retratos de Carlos y Camila de tamaño real.

«Vi a gente que ya venía en The Mall para prepararse, así que quiero estar aquí para empaparme del ambiente. No puedo quedarme sentada en casa sabiendo que podría estar aquí», cuenta a EFE, contenta de estar con sus amigas, con las que ya acampó durante el Jubileo de Platino de Isabel II el pasado junio.

Murales y marquesinas

Ya no queda rincón en la capital donde no se haga referencia a la cita, ya sea porque en el menú se promociona la quiche especial de coronación (de espinacas, habas y estragón) o porque en el supermercado hay unas galletas de mantequilla para la ocasión.


Uno de los 14 bancos, diseñados por escolares con motivo de la coronación de Carlos III, que están situados en los jardines de la Torre de Londres.

El ambiente festivo se extiende hasta las afueras de la capital, como en el distrito de Hounslow (oeste), donde el joven artista indio Yash Patel, subido a una grúa, pinta un gran retrato del rey en una pared.

A los pies de la grúa, otros vecinos armados con pinceles dan color a las 54 banderas que, desde la parte inferior del mural, reflejan uno de los retos que afronta Carlos III en su nuevo reinado: el de mantener unida la Mancomunidad de Naciones y, a su vez, combatir el legado de esclavitud y colonialismo sobre el que se sustenta.