Los sanitarios avisan de que los hospitales «son una bomba de relojería» con la subida de la covid
Asturias retrasa algunos cierres de plantas previstos mientras los sindicatos cargan contra la «mala gestión» del Principado
«Complicado». «Muy díficil». «Bomba de relojería». Las previsiones sanitarias del verano no son nada halagüeñas. A los habituales cierres de plantas por la disminución de personal se suma este año el repunte de casos de
covid y, por tanto, un previsible aumento de la presión asistencial. Con todo, los sanitarios advierten de la gravedad de la sitaución. El
Sindicato de Enfermería (Satse) lo dejó ayer muy claro: «La falta de previsión e incapacidad de las administraciones sanitarias van a convertir los hospitales en una auténtica bomba de relojería este verano, al tener previsto cerrar 8.600 camas en todo el país cuando la repercusión de la séptima ola de la covid es cada vez mayor en los centros y sus profesionales están totalmente saturados, exhaustos y sobrecargados». En Asturias, según el dindicato, la previsión es cerrar unas 380 camas, mientras los ingresos por covid superaban la semana pasada los 220. Aunque algunos cierres se están retrasando según el calendario previsto, ya han comenzado, y la previsión es que los demás sigan llegando. La semana pasada, el Hospital de Cabueñes clausuró la planta cuarta par, con 25 camas, y mantiene en reserva la sexta impar, la de pediatría, dado que ese servicio se ha trasladado a la sexta planta centro, con los lactantes. En el HUCA, al menos la planta de Traumatología ya estaba a la mitad la semana pasada.
En general, en todo el país, según denuncia el SATSE, se mantendrán hasta septiembre «cierres programados y progresivos de camas, consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas». «Cerrar camas conlleva que en los hospitales no se puede garantizar una atención y cuidados óptimos al conjunto de la ciudadanía que, lógicamente, también enferma y tiene problemas de salud en verano que no pueden esperar a después de septiembre», añade el sindicato.
El problema es la suma de, al menos, dos circunstancias difíciles. Por un lado, la situación de la pandemia de covid, lo que algunos denominan séptima ola, aunque oficialmente no existe como tal. En España hay más de 10.000 personas ingresadas. En Asturias volvió la semana pasada al riesgo medio, tras el aumento de casos detectados y de sumar 16 fallecidos en siete días, lo que situó la región muy por encima de la letalidad que le correspondería estadísticamente. También han aumentado las hospitalizaciones, aunque los gestores sanitarios han asegurado hasta ahora que las cifras en la región no son alarmantes, con unas 226 personas hospitalizadas con covid el pasado viernes.
«Improvisación»
Pero a eso hay que sumar lo que denuncian los sindicatos sanitarios sobre la gestión de recursos humanos. «El verano en Atención Primaria va a ser brutal, y en la red hospitalaria también lo tienen complicado», aseguraba ayer José Antonio Vidal, secretario general del Sindicato Médico Profesional de Asturias (Simpa). «Ya lo habíamos advertido. No entiendo cómo la Administración no se dio cuenta de que íbamos a esta situación, y con el personal agotado. Es una situación complicada y no plantean soluciones. La carencia de personal tendría que estar prevista; con el que hay es muy difícil dar un buen servicio». Vidal relaciona el momento, también, con la covid. «Estamos intentando volver a una normalidad que de momento no existe. Así como con la gripe tenemos muy controlados los momentos de sobrecarga, con la covid no. Se actúa con improvisación y eso nunca tiene buenos resultados».
También desde Usipa-Sicepa, Gabriela Martínez alerta sobre la «escasez enorme» de personal de enfermería tanto en hospitales como en centros de salud. «Estamos pagando los platos rotos de una mala gestión de recursos humanos de muchos años, no hemos aprendido nada», lamenta la portavoz sindical, quien recuerda que «la pandemia sigue ahí y las cosas pueden empeorar».