Una reforma «a la carrera»
Quedar fuera de esa especialización supondrá una discriminación para todos los niños que no vivan en los tres territorios que sí que contarán con un juzgado específico. «Las necesidades que tienen los niños en los procesos judiciales son distintos a las de los adultos. Un elemento clave es que el niño repita lo menos posible lo que le ha ocurrido, que se grabe y proteja la prueba, que no declare en entornos hostiles, que esté acompañado de profesionales especializados….», detalla la portavoz de Save the Children. Al final, se trata de intentar que todo ese proceso que va a vivir el menor, que ya será de por sí traumático, sea lo más amigable posible, para evitar una revictimización. «Y necesitan de profesionales que entiendan ese riesgo y lo puedan mitigar porque, si siguen yendo a secciones donde esta formación no existe, al final no estaremos mejorando el sistema», zanja.